Por el diagnóstico del FMI, como siempre confuso pero crudo. Analizó nuestra realidad económica y nos consideró medio muertos. Dicha sea la verdad: hemos escogido el camino más fácil para salir de la crisis: seguirnos endeudando, ¿hasta cuándo? Hasta que cumplamos las exigencias del FMI para prestarnos la plata. Las medidas serán durísimas y antipopulares. Moreno debía hacerlo pero nada de esto ha ocurrido, en gran parte porque los nocivos de la década podrida siguen gobernando y hasta se atreven a organizar marchas de apoyo al fugitivo. El FMI se va confirmando todos los delitos de Correa: el superar el techo del 40% de la deuda, la distorsión de las cifras económicas verdaderas para que imaginemos solvencia, los secretos del asalto al Banco Central y el IESS, las ventas anticipadas del petróleo. Los jueces deben enjuiciarlo por los delitos que no prescriben, como el peculado. Recorre el mundo victimizándose y convenciendo a los gobiernos que es un perseguido político. Esta cobardía no la va a perdonar la juez Camacho y nosotros tampoco.
Dr. Carlos Mosquera Benalcázar
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