En blanco

Franklin Barriga López

Diario La Prensa, de Nicaragua, va por los 92 años de vida; es el más antiguo de los existentes en ese país digno de mejor suerte, doblegado actualmente por un gobierno de familia, que recuerda a las peores tiranías. A este periódico cobijó la estirpe Chamorro, de patriotas e intelectuales; por hoy, menciono únicamente a Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, asesinado en las calles de Managua el 10 de enero de 1978, y a su viuda, Violeta Barrios Torres, Presidenta de la República (1990-1997) y pacificadora de esa nación envuelta en turbulencias de gran intensidad.

El caso es que ese medio apareció días atrás con su página principal en blanco, como advertencia y en protesta por el bloqueo gubernamental a la adquisición de materia prima indispensable para el trabajo de imprenta, con lo cual el cercano futuro del rotativo es incierto, amenazante de extinción, en vista de que un medio escrito no puede existir si carece de papel, tinta, planchas, revelador, repuestos para las maquinarias.

A más de los asesinatos de centenares de opositores, perpetrados hace pocos meses por quienes reciben órdenes de los sandinistas Daniel Ortega y Rosario Murillo, que constituyen pareja de correrías sentimentales y políticas, a la vez máximos jerarcas de ese régimen tiránico, se debe anotar la coerción que vienen sufriendo los medios de comunicación libres e independientes, debido a la realidad imperante, propia de los absolutistas, intensificada desde abril del año pasado ante la protesta ciudadana que se la reprime a sangre y fuego.

¿Por qué los totalitarios atacan a los medios de comunicación que no se someten a sus órdenes, hasta querer, obsesivamente, desaparecerlos? Debido a la amarga experiencia del correato, la respuesta es por demás conocida para los ecuatorianos.

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