El mes de las mujeres

Rosalía Arteaga Serrano

Una de las aspiraciones de la lucha feminista en todo el mundo, tiene que ver con la participación política, con el derecho al sufragio y concomitantemente con la posibilidad de trabajar en el mundo de la política.

La necesidad de articular normativas favorables a la participación de la mujer, hizo que cada vez más se esgrimiera el argumento de las “cuotas” y se pensara que ahí está la solución al problema de la igualdad de opciones y la participación, pero la verdad es que la Ley es el primer peldaño en la carrera de la igualdad. Por supuesto, este es un peldaño importante, pero no es el único. En este sentido, venimos proponiendo con insistencia la necesidad de trabajar articuladamente en la educación y en la formación del docente, si es que queremos erradicar las malas prácticas, transformar las mentalidades, hacer que se respete la norma.

Sabemos que son mecanismos que requieren tiempo, que no se consiguen de la noche a la mañana, pero es la forma más segura de que los cambios sean parte del ADN de un grupo social, de un país.

El pasado 8 de marzo, se celebró una vez más el Día Internacional de la Mujer, como un recordatorio de las luchas sostenidas a lo largo de toda la historia de la humanidad, pero sobre todo para tener una visión de futuro, hacia dónde vamos, cómo conseguimos mayor equidad, sociedades más justas y mejores para todos sus integrantes.

No se trata de una lucha que comporte un enfrentamiento violento, sino más bien buscar la armonía de sociedades en las que todos tengamos derechos y oportunidades en términos de igualdad democrática, en las que haya responsabilidades impuestas e injustas, en las que nos sintamos parte y en las que se deje de lado la exclusión en todos los sentidos.

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