El grillete: la ‘cereza’

La fuga de Fernando Alvarado es una “cereza” en un pastel en que la gran mayoría participó tanto directa como indirectamente. Unos como inocentones, crédulos que aún forman parte del Gobierno, y otros con viveza criolla para llenarse los bolsillos, tanto en el sector público como en el privado.

Se tomaron “con piedras y palos”, como en su oportunidad denunció este medio, todas las instituciones; dictaron una Constitución llena de derechos, pero con mañoserías para acaparar el poder; reformaron todo el sistema legal de control, bajo los lineamientos que salieron de la asesoría jurídica presidencial que, al mismo tiempo, ejercía libremente su profesión.

Declararon urgencias para asaltar los contratos, con eliminación de informes previos y reformas al sistema penal para que los atracos dejaran de ser delitos. Se ingeniaron conceptos como “giro específico del negocio”, contratos complementarios y adjudicaciones a dedo; quebraron las empresas públicas e incautadas y cuando empezaron a tambalear, transformaron el 30-S en magnicidio.

Persiguieron a quienes pensaban diferente o criticaban la dictadura. Con apoyo ciudadano se tomaron la justicia, quitaron independencia a la Fiscalía y al peón más servil le entregaron toda la Función Judicial. Acapararon la burocracia y para tapar los atracos mutilaron a la Contraloría. La Corte Nacional, sin facultades, reformó la Ley exigiendo, como requisito previo a los procesos penales, su informe.

Esta fuga es una simple “cereza” de este entramado. Con la voracidad de estos, como jocosamente se dice en redes, es de admirar que no se robaran también el grillete.


¿Sabe cómo llamamos a una opinión en ausencia de pruebas? Lo llamamos prejuicio”. Michael Crichton Escritor norteamericano (1942-2008)

Pero el poder -como el amor- es de doble filo: se ejerce y se padece”. Gabriel García Márquez Escritor colombiano (1927-2014)