¡El gran engaño!

Jorge Oviedo Rueda

Carlos Pólit llegó a la Contraloría de la mano de Correa, porque Correa hizo un pacto con Gutiérrez para tapar las trapacías de su administración. Cuando Pólit llegó ya era un zorro viejo de las corruptelas.

Dahik dice que el sistema creado por Correa sirve para permitir la corrupción, yo digo, nada diferente al sistema de la partidocracia, que existió desde la fundación de la república. El gran engaño consiste en que Correa le hizo creer al Ecuador que con él estábamos refundando la nación. Se ha dicho: antes y después de Correa. Nada es cierto, desde Flores hasta Moreno corre el mismo río, sin que se haya realizado el milagro de ver correr las aguas en sentido contrario, lo que solo es posible con una revolución.

Basta pensar que Pólit cobró diez millones de dólares por permitir que Odebrecht se ahorrara 70, para imaginar cómo fluyó el río de la corrupción en esta década. Lástima que ahora los fiscalizadores sean los viejos políticos corruptos de siempre, cuando esta labor debió haberla realizado el pueblo, con sentido de justicia y no de venganza.

Pero la ratería de alto vuelo no es lo peor de esta década. Si se pudiera instalar un juicio popular para juzgar a Correa por ladrón ideológico, se haría Historia. Hay que acusarlo de ladrón del discurso de la izquierda revolucionaria, el cual utilizó para alimentar a la derecha tradicional. Correa es el responsable de haber cubierto de estiércol la doctrina socialista hundiéndola en el desprestigio. Ese es peor crimen que robar plata.

¡Yo lo acuso de ladrón a Rafael Correa! Ladrón ideológico que sepultó el nombre del socialismo bajo toneladas de corrupción, en compañía de “revolucionarios” como Pólit, Mera y tantos otros. A los verdaderos socialistas nos costará trabajo volverle a dar lustre a la doctrina.

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