El gran engaño

Jorge Oviedo Rueda

Al fin encontró la justicia méritos para juzgar a Jorge Glas. La justicia, porque la opinión pública hace rato que lo considera un ladrón. Este episodio de nuestra Historia no puede pasar por alto, merece una reflexión.

El proceso que se inició en 2007 comenzó con la energía de quienes irrumpen honestamente contra las fuerzas históricas de la corrupción. Los honestos se alinearon detrás de un líder que prometía el cambio. Ese líder, en cuanto triunfó, se dio cuenta de que la tarea superaba sus fuerzas. Estando en el poder real, Rafael Correa se volvió conservador, pero siguió manteniendo el discurso robado a la izquierda revolucionaria. En ese punto comienza su engaño histórico.

Es un engaño colosal. Engaña a sus amigos, engaña a la oligarquía, engaña a los sectores populares y crea, a nivel nacional, falsas expectativas. Cuando sus más íntimos colaboradores se dan cuenta de que todo es mentira, les posee la “fiebre del oro”. Deciden robar sin medida. El mismo Correa se da cuenta de que no habrá otra oportunidad y guarda silencio ante la corrupción de alto vuelo. La Revolución Ciudadana se convierte en la cortina de humo detrás de la cual una pequeñoburguesía arribista da rienda suelta a sus pujos aristocráticos. Revolución de las apariencias, revolución de la mentira, revolución sin otro rumbo que el del fracaso.

Lo curioso es que un compañero de ruta le ha dicho a Correa y a sus seguidores “dejemos la mentira a un lado, presentemos al país nuestro rostro verdadero, no todos somos iguales”. ¿Es esto un mérito? Creo que sí.

Los sectores populares deben comprender este mensaje. Están solos, no pueden confiar en los caudillos, se trata de una lucha a muerte por la sobrevivencia que jamás la ganarán si no tienen su propia alternativa.

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