E-STEM

Rosalía Arteaga Serrano

La temprana exposición al mundo de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, hacen la diferencia a la hora de definir carreras en los niños que luego se transforman en los jóvenes del mañana. Abre el pensamiento a la creatividad, la capacidad de resolver problemas e incidir en la sociedad.

Muchas veces la escuela es una especie de vacuna en contra de la creatividad y que asignaturas como las matemáticas son odiadas, fundamentalmente por una falta de didáctica, de aproximación a esta disciplina que tan importante papel juega en el desarrollo del pensamiento lógico.

Si esto decimos de los niños en general, hay que especificar que el tema es aún más clamoroso en el caso de las niñas, a quienes se considera menos dotadas para el mundo de la ciencia y se presta todavía menos atención a su formación en estas áreas del conocimiento, con el consiguiente atraso y desperdicio de talentos que ello implica y que, a la postre, es tan catastrófico para la sociedad.

Lo manifestado y el auge que proyectos STEM empiezan a tener en Ecuador, hablan de la necesidad de colocar en estos programas un énfasis en el componente ético. Por eso he colocado la ‘E’ correspondiente a la inicial en inglés de ‘ethics’, antes de STEM, convocando a quienes trabajan en estas áreas a prestarle atención al comportamiento ético.

La ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, son instrumentos en manos de los seres humanos, no son ni buenas ni malas, dependen del uso que les demos. Si propiciamos un desarrollo científico y tecnológico, debemos pensar en el contenido ético de esas herramientas que desarrollamos, de lo contrario el futuro de la humanidad no solo que será incierto, sino ciertamente catastrófico.

Una idea para pensar en este comienzo de año.

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