Diseñar un destino

Nadie conoce con detalle qué es lo que nos reserva el futuro ni qué será lo que mejor funcione en nuestra sociedad. Porque tenemos poderosas corrientes de cambio que golpea actualmente nuestras vidas.

Por esta razón debemos pensar en una única y masiva reorganización ni en un solo cambio impuesto desde arriba, sino en miles de experimentos conscientes y descentralizados, que nos permitan probar nuevos modelos de proceso a nivel local, regional y nacional.

Es necesario preparar a muchas personas para afrontar a las peligrosas crisis que nos esperan, así acelerar los cambios que pueden ser necesarios.

Por tanto, la responsabilidad del cambio nos incumbe a todos nosotros, sin cerrar permanentemente nuestras mentes a lo nuevo. Esto significa luchar contra quienes deseen lo contrario en cuanto a ideas.

Sí señores, nosotros tenemos un destino que crear; no queremos defender lo que ahora existe, por absurdo, opresivo o estéril que pueda ser¸nuestra acción frente a lo difícil que hoy tenemos en luchar por la libertad de expresión, por el derecho de la gente a expresar sus ideas; por encima de todo significa dar comienzo al proceso de reconstrucción.

Si empezamos ahora nosotros y nuestros hijos podemos tomar parte en la excitante reconstrucción; si es preciso podemos ejercer una estratégica presión sobre los sistemas políticos existentes para acelerar los necesarios cambios ya anotados.

Con estos antecedentes, la responsabilidad de todos es muy grande; las principales autoridades no pueden hacer por sí solas, se necesitarán las energías de pueblos enteros, solamente así podríamos podríamos liberar algo mucho más poderoso que es la imaginación colectiva.

Cuanto antes empecemos a diseñar pequeñas, medianas y grandes empresas, comoi instituciones para un gran futuro.