Día del periodista

Roque Rivas Zambrano

Cada 5 de enero se celebra en el país el Día del Periodista Ecuatoriano, en conmemoración de la publicación del primer periódico ‘Primicias de la Cultura de Quito’, del que salieron siete números hasta el 29 de marzo de 1792.

Su artífice fue Eugenio Espejo, científico, médico, escritor, abogado, periodista, pensador y patriota de gran influencia en el proceso político de independencia. Su apasionada voluntad lo llevó a afirmar que “la prensa es el depósito del tesoro cultural”. Pero, sobre todo, a verla como una trinchera para defender la igualdad de los ciudadanos y su derecho de cuestionar al orden establecido.

Las duras críticas al poder, que se difundieron a través del impreso, que circulaba quincenalmente, lo llevaron a la cárcel en dos ocasiones, acusado de subversión. Recordar estos inicios lleva a reflexionar sobre qué ha pasado con la prensa en la actualidad y a preguntarnos si continúa con el legado que Espejo dejó. Pienso que los intereses económicos detrás de las empresas y el acelerado cambio tecnológico han desvirtuado los principios con los que nació el diarismo.

Eso explica que haya silencio ante casos de corrupción o que no se pongan en tela de juicio decisiones de las autoridades que afectan a los ciudadanos. El Día del Periodista, más que una fecha para felicitarse entre colegas, es un recordatorio de nuestras responsabilidades y deberes.

Es un buen momento para acordarse de que el periodismo debe mantenerse leal a los ciudadanos, estimulando el debate y la construcción de opinión. Y esto requiere ser valientes. Como decía el maestro Ryszard Kapuściński: “El trabajo de los periodistas no consiste en pisar las cucarachas, sino en prender la luz, para que la gente vea cómo las cucarachas corren a ocultarse”.

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