Eddy Arrobo Rodríguez
Los días 9 y 10 de enero de 2021, se llevó a efecto el denominado “Debate Presidencial 2021”, organizado por diario El Comercio y
Participación Ciudadana, que fue transmitido por los diferentes medios de comunicación.
Recordemos que el debate, es un acto de comunicación en el que dos o más personas opinan sobre uno o varios temas, donde cada uno expone sus ideas y defiende sus opiniones. Los participantes defienden sus posturas de manera argumentada y existe refutación y contra refutación.
Tomando en cuenta lo señalado en líneas anteriores, puedo afirmar que en realidad no existió ningún debate por parte de los aspirantes a Carondelet. Lo que vimos en realidad fue una exposición vaga de ideas y propuestas. Lamentablemente, los candidatos no explicaron cómo y con qué recursos ejecutarán sus propuestas.
Se inició preguntando ¿por qué quiere ser presidente?, luego se abordó cuatro ejes temáticos, que fueron: 1) Salud y pandemia, 2) Economía y empleo, 3) Seguridad; y, 4) Corrupción; y se cerró con una intervención final. Parecía que el profesor había dado a sus alumnos un banco de seis preguntas para el examen y aún así lo reprobaron.
Se realizaron propuestas inconstitucionales, carentes de todo sustento jurídico y contra los derechos humanos. El populismo penal y tributario estuvo a la orden del día y no recibieron ningún cuestionamiento. Parecía que se trataba del juego “quien da más”.
A pesar del fácil formato dos candidatos no estuvieron presentes, al parecer no les interesa que sus votantes conozcan sus propuestas y esperan un voto ciego de la sociedad. Los votantes exigimos que se sigan dando estos espacios de comunicación donde los aspirantes se presenten con sus propuestas realizables y no demagógicas.