¿Cuál comunicación?

Pablo Escandón Montenegro

Hemos perdido las oportunidades de crear verdaderos espacios de diálogo y progreso para la comunicación. Primero fue una ley autoritaria y ahora autoridades que no saben de comunicación. Nunca nadie supo nada de comunicación, solo de politiquería y conveniencia.

Hoy cierra la Supercom y tenemos un Cordicom muerto; no hay comunicación pública, no hay criterios de política pública, nadie sabe qué hacer con la comunicación, pues no hay profesionales ni expertos en comunicación que estén desarrollando, pensando o evaluando el sistema público, privado o comunitario.

Quienes han pasado por las instancias públicas de la comunicación, salvo Edison Toro, quien por avatares del ánimo político fue destinado a otros menesteres, no han pensado en un proyecto nacional de futuro y de desarrollo comunicacional.

Siempre han “estado aves” de paso en esos puestos, nadie que haya tenido un proyecto real, estudios sólidos e intereses generales; solo han pasado por allí camaleones que se visten de investigadores, de académicos o de defensores de los derechos, pero que a fin de cuentas son peones políticos.

No tenemos un reglamento a la LOC, solo eventos seudoacadémicos, congregaciones de masas y acciones de imagen pública de efecto transitorio. Nada en concreto que profundice la transformación comunicacional de medios, carreras universitarias e investigación; en fin, que genere política pública, porque desde Cordicom, nadie sabe qué es investigar en comunicación, cómo levantar datos, cómo medir medios y audiencias. Quien preside ese espacio no sabe y nunca ha hecho nada en temas comunicacionales.

La alharaca de las reformas pasó y a nadie le importa una verdadera política nacional de comunicación, si así fuera, tendríamos a un verdadero experto en comunicación dirigiendo Cordicom.

[email protected]