Consulta

Rodrigo Santillán Peralbo

El pueblo soberano debe decidir sobre los asuntos fundamentales del Estado. Se ha propuesto convocar a consulta popular para suprimir el famoso Cpccs que fue una excelente idea, pero prostituida por ambiciones del poderoso caudillo autoritario. La consulta es indispensable para otros asuntos de trascendencia nacional, como la reforma de la Constitución.

Se deberían eliminar todos los artículos constitucionales que permiten el autoritarismo. Si el pueblo decide acabar con el Cpccs, se debería pensar en una ley especial para evitar los negociados, las componendas y “el hombre del maletín” que instalan la corrupción política, chantajes y sobornos en la Asamblea. La elección de autoridades nacionales debe ser pura y pública, mediante acertado concurso de méritos y oposición.

Es necesario reducir el número de asambleístas y solo deberían trabajar por un tiempo determinado en el año. El país ahorraría miles de dólares y los asambleístas ganarían por horas laboradas, porque es un honor servir a la patria. Lo que no se debe permitir es regresar al pasado de oprobio y vergüenza con un Parlamento con dos cámaras de senadores funcionales y vitalicios, y de diputados.

El pueblo podría aprobar que se eliminen las pensiones vitalicias para los presidentes y vicepresidentes y que alcaldes y prefectos ganen la mitad de lo que hoy ganan en calidad de sueldos, que los concejales y consejeros sólo reciban dietas por sesiones asistidas y trabajos realizados. Así no proliferarán los candidatos. Con excepción de Presidencia y Vicepresidencia se debería suprimir el parque automotor, y vender los aviones presidenciales.

Si el pueblo va a ser consultado, que elimine la reelección para cualquier dignidad. Así se evitarían corrupciones, caudillos mesiánicos, demagogos y farsantes.

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