Código incompleto

EDUARDO CHIRIBOGA APONTE

El código orgánico Financiero y Monetario, en su sección de segmentación del crédito, de manera irresponsable, no contempla excepciones para las emergencias del sector agropecuario; una prueba más de que las leyes financieras solo ayudan a los poderosos. Los productores medianos que se encuentren en medio de una emergencia fitosanitaria y económica, como sucede en el sector palmicultor por ejemplo, donde los productores medianos requieren irremediablemente el cambio de cultivo, por su evidente baja facturación, no clasifican dentro de dicha ex profesamente rígida segmentación.

En otras palabras, el crédito que BanEcuador les puede dar, los somete irremediablemente en la categoría de la micro empresa, cuyo monto tope no sirve para los medianos productores, que son los que más generan puestos de trabajo rural, y debe apoyárselos, sobre todo en tiempos de crisis. A dicho código, aún si su proyecto es muy viable, la comercialización lo que se vaya a producir contractual, sustentable, y con garantía real suficiente, le tiene sin cuidado. Induce a que su comité de crédito resulte inoficioso.

Los montos que sí sirven para el progreso del productor mediano, se filtran en este irrito código. El grueso del dinero entonces, ¿solo puede ir hacia los ricos? ¿No debe dicho código contemplar las excepciones en los casos descritos, que contribuyan al desarrollo del sector agropecuario? Además, los muy ricos, aquellas personas que no tienen nada a su nombre, que las leyes no les afectan, pues sus inversiones más importantes no se encuentran en el país, son las que generalmente beneficiarias, a través de sus compañías escudo, la gran mayoría de los recursos que los gobiernos ponen en la banca pública. El resto, miles de microcréditos aprobados, son por la forma.

Los gobiernos dizque izquierdistas, son en los que bancos y monopolios han batido records de utilidades. Y no solo por corrupción. Pero también, porque las leyes financieras (hechas por y para ellos) los respaldan, así sean estigmatizados en público. No obstante, tales apoyos, tienen contemplar los casos de emergencias agrícolas del productor mediano, verdadero motor del desarrollo rural.

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