CNE, ídolo y grilletes

Si no se audita y corrige el sistema electoral inescrupuloso no existirá ninguna garantía para la segunda vuelta. Energías, esperanzas y recursos se irán al caño de la ilegitimidad ingobernable si no se transparenta la seguridad electoral.

¿Cómo vamos a votar en paz o creer en la segunda vuelta? ¿Quién garantiza que los favorecidos de ahora no sean los burlados de mañana? La Asamblea que salvó a la funcionaria Atamaint, se permitió reformar el Código de la Democracia como lo señala críticamente el jurista Óscar Terán Terán en su aguda reseña titulada Blindaje Electoral en la cual nos recuerda el omnímodo artículo 122 que ordenó: “…No podrán sancionarse con suspensión de los derechos de participación ni con destitución del cargo a los Consejeros del Consejo Nacional Electoral y a los jueces del Tribunal Contencioso Electoral”.

Es decir, que se crearon ídolos intocables y absolutos, ergo Hades en alianza con todas las fuerzas oscuras andan sueltos para proteger a la impunidad sedienta de poder. El CNE no escuchó las denuncias de apagón electoral en las elecciones para la alcaldía de Quito y legitimó a Jorge Yunda; tampoco el CNE dio paso al primer pedido de revocatoria que la ciudad realizó hace meses en contra de quien, ahora, se solaza de portar un grillete como si del Nobel de Medicina se tratase. Se gestiona el segundo pedido de revocatoria en la ciudad milenaria, espiritual y equinoccial de Kitu, esa de la ciencia astral y del Pichincha, la rebelde, la de la Revolución de las Alcabalas de 1592, la de la revolución de los Barrios de 1765, la libertaria del 10 de Agosto de 1809, la de los periodistas del Quiteño Libre. Los espíritus libres de Atahualpa, Eugenio de Santa Cruz y Espejo, Manuela Cañizares, Rosa Zárate, Caspicara, Manuela Espejo, Marianita de Jesús, Carlos Montúfar o Fray Jodoco Ricke, quien en 1566 estableció la primera cervecería de Hispanoamérica en nuestra ciudad, su segunda ciudad amada, nos alientan con todo un legado de seres y su historia luminosa. Quito libertaria no quiere grilletes ni intocables ídolos del fraude.

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