CNE en el ojo de la tormenta

El país aún no entiende que la dictadura de la última década ya no existe. Todos hacemos un esfuerzo, más aún los jóvenes, para aprender a vivir en democracia, lo que supone tolerancia, respeto a la opinión ajena, a las minorías y juegos políticos. En el CNE vemos tropezar la transición: su presidenta ha cometido, tal vez por inexperiencia, graves errores administrativos y actos alejados de la ética.

Esto generó el inicio de un juicio político, porque de existir hechos delictivos corresponde a la justicia ordinaria, y a los políticos y la ciudadanía exclusivamente la responsabilidad política. Hay que distinguir lo que es la responsabilidad política, la administrativa y la penal para que sean juzgadas en el ámbito que les corresponden, así como el derecho de minorías y mayorías para el control de este importante organismo.

La presidenta del CNE debe abandonar el deseo de sentirse heredera de los testaferros de la década pasada y entender que los procedimientos de esa ‘jorga’ de delincuentes no era un ejercicio democrático. Actualmente están representadas en el Consejo las principales tendencias políticas. Por elemental lógica deben conformar mayorías y minorías.

Es indispensable precautelar su conformación multipartidista y también el ojo vigilante de las minorías combativas, que nos garanticen un proceso con férreo control electoral y comicios honorables, que nos alejen definitivamente de los manipuleos y apagones tramposos tan evidentes, que merecieron las máximas condecoraciones del exdictador, hoy prófugo de la justicia.

Es deseable que, la ‘salvada’ presidenta, asuma su responsabilidad con la altura que su función requiere.


En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber. William Shakespeare Escritor británico (1564-1616)

El primer paso de la ignorancia es presumir de saber”. Baltasar Gracián Escritor español (1601-1658)