Oposición prekínder
Unas 170 organizaciones políticas, reconocidas, y otras tantas no reconocidas, se aprestan a participar en el futuro evento electoral.
Tal proliferación de partidos y movimientos no es circunstancial, sino mal intencionada, para miniaturizar a la oposición y apuntalar al oficialismo.
Es claro que los regímenes totalitarios tienen dos alternativas para consolidarse política y electoralmente: el partido único o la oposición pulverizada; el régimen ha preferido la segunda, con lo cual anula cualquier amenaza y miniaturiza a los actores políticos, lo grave es que los actores tienen plena conciencia de su pequeñez y se aferran al feudo político como escudo defensivo o como tabla de salvación , tal como un niño de pre kínder se aferra a su lonchera en el recreo. 10 años de totalitarismo no han servido para que los actores políticos maduren y, añoren la República y el Estado de derecho, por el contrario se alinean con el oficialismo, esperanzados en detentar alguna migaja del poder, cumpliendo el libreto totalitario coyuntural. Creen que con sus candidaturas se replegará el totalitarismo, como si se pudiera detener un blindado a cabezazos; se someten al electoralismo antes que al estructuralismo, sin reparar en que los instrumentos de poder vigentes como el Consejo de Participación Ciudadana, el Consejo de la Judicatura, el CNE, la Corte Constitucional, por los plazos de vigencia alternados de sus integrantes, perdurarán más allá del hipotético cambio de gobierno y tendremos que el 24 de mayo de 2017 será último día de totalitarismo y primero de lo mismo. La encrucijada histórica es profunda; el daño estructural a la institucionalidad es grande, la maraña legal consolida la inseguridad jurídica letal; el más grande y corrupto derroche clientelar de toda la vida republicana, el masivo y oscuro endeudamiento interno y externo son realidades catastróficas que no se superarán con la oposición pre kínder que cree ganar la próxima elección con juez alineado.
Mauro Terán Cevallos
CI: 1701503243