Carta a una futura profesora

Mi nombre es Adayanara, de segundo de Bachillerato General Unificado. En mi mediana edad, observo; que varios bachilleres ingresan a Facultades de Ciencias Humanas y de la Educación del país, se forman con el objetivo de adquirir conocimientos, destrezas y habilidades para ponerlas en práctica luego de culminar la universidad. Si bien es cierto, no todas las universitarias; que están en las facultades de educación logran terminar con éxito sus estudios.

Los estudiantes que continúan con su formación universitaria en educación; son aquellos que aman la carrera que eligieron, les gusta enseñar y están dispuestas a realizar cualquier sacrificio para alcanzar la meta propuesta. A pesar de las adversidades e injusticias, que observamos a diario en contra de nuestros maestros; siempre muestran una sonrisa y ganas de seguir enseñándonos.

No debe ser señal de desmotivación, o de optar por renunciar a su sueño de ser profesora, menos aún terminar una carrera universitaria; o solo por llegar a obtener un título profesional.

Sino con toda esa juventud cargada de muchos sueños, aspiraciones y expectativas. Este es su mejor recompensa para tantos años de estudio. Observo a mis maestros de escuela y colegio, que están muy “viejitos”, que continúan enseñando con dedicación y con amor. Si bien es cierto, la ternura y el afecto no se forman en las aulas universitarias a la futura profesora, siempre intentan ser mejores cada día.

Cuando termine el bachillerato me gustaría enseñar a quienes vienen detrás de mí. Necesito formarme en educación, aprender de mis profesores formas de enseñar para que mis futuros estudiantes siempre estén contentos de todos mis conocimientos transmitidos. A la vez, sentirme una maestra dichosa de mis estudiantes y de ellos de mí.

Roberto Camana-Fiallos
CI: 1803384526