Cóndor expiatorio


Los gobiernos alineados al eje ALBA-Foro de Sao Paulo buscan una cortina de humo para los escándalos de corrupción e ineptitud. Ahora, despiertan el fantasma de la guerra fría denunciando un nuevo ‘Plan Cóndor’ como en los 80 cuando ‘el imperio’ combatió la influencia cubana-soviética en la región.

(Los regímenes ‘progresistas’ están conformados por exguerrilleros marxistas.) La supuesta restauración conservadora tras la “guerra económica y el golpe blando” contra el socialismo del siglo XXI no pegó. Por eso necesitan un “cóndor expiatorio” al que acusar por el fallido ensayo totalitario continental. La subida del IVA al 14% derrumba las recaudaciones. El fisco acumula una caída de $1.500 millones. (De $9.000 millones en 2015 a $7.300.).Los ingresos por impuesto a “salida de divisas” cayeron 22%, provocando una rebaja de sueldo al Estado. Mientras la economía sufre el “paquetazo solidario”, el Gobierno agrava la iliquidez devolviendo más impuestos en notas de crédito en vez de dinero. (144% de aumento en cupones para descuento tributario). La recaudación tributaria va en picada por la voracidad rentista de una burocracia que vive del sudor ajeno. En estas elecciones de 2017 se juega la continuidad del modelo ‘progresista’ (neocomunismo). Los medios oficiales lo reconocen: “No buscar la reelección de personas, sino la reelección de la revolución ciudadana”. El nuevo refrito marxista del siglo XXI repite el viejo coctel de caos socioeconómico: “Lucha de clases, centralismo rentista y monopolio del estado en un partido único”, como explica Todorov. Los ‘forajidos’ adquirieron los derechos de la franquicia bolivariana para “internacionalizar la revolución” en el mercado nacional.

(Agregan ingredientes locales, pero es la misma receta del viejo totalitarismo.)
Paúl Tapia Goya


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