Austeridad

Franklin Barriga López

El flamante emperador Naruhito, como heredero del Trono del Crisantemo, recibió una réplica de la legendaria espada Kusanagi y otros símbolos antiguos de mando, dentro de las tradiciones de Japón que ha logrado honrar su pasado de historia milenaria y desarrollar la más avanzada tecnología que le ha llevado a los conocidos y altos niveles de progreso, sin dejar de lado sus raíces ancestrales que le proporcionan identidad nacional.

En ceremonia, del más estricto protocolo, efectuada ante la realeza de todo el mundo, dignatarios de 192 países y un total de dos mil invitados, se ha producido la entronización del nuevo emperador nipón, efectuada en el Palacio Imperial de Tokio. El nuevo monarca se ha cubierto de una túnica anaranjada cuyo diseño data del siglo IX, para asistir a los actos protocolarios y rituales.

En vista de que, recientemente, un tifón ocasionó graves daños a esos territorios marítimos y a pesar de la fastuosidad y dimensiones planetarias del ascenso del nuevo monarca, se ha buscado no apartarse de la austeridad, sin perder, por cierto, imagen condigna a lo que se llevó a cabo.

Con este motivo, viajó al país del Sol Naciente el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo y su señora esposa Yazmín Colón, junto al Ministro Consejero para la Facilitación de la Inversión Privada y del Embajador y Cónsul de esa nación en Tokio, que, en este marco, asistieron también a reuniones bilaterales de trabajo, a fin de promover acercamientos para futuras inversiones. Esta reducida, pero representativa delegación panameña, hizo este viaje en vuelos de aerolíneas comerciales.

Qué contraste con esas abultadas comitivas del anterior gobierno ecuatoriano que viajaban en los aviones presidenciales que, incluso sin pasajeros, fueron a paraísos para lavado de dinero.

[email protected]

Franklin Barriga López

El flamante emperador Naruhito, como heredero del Trono del Crisantemo, recibió una réplica de la legendaria espada Kusanagi y otros símbolos antiguos de mando, dentro de las tradiciones de Japón que ha logrado honrar su pasado de historia milenaria y desarrollar la más avanzada tecnología que le ha llevado a los conocidos y altos niveles de progreso, sin dejar de lado sus raíces ancestrales que le proporcionan identidad nacional.

En ceremonia, del más estricto protocolo, efectuada ante la realeza de todo el mundo, dignatarios de 192 países y un total de dos mil invitados, se ha producido la entronización del nuevo emperador nipón, efectuada en el Palacio Imperial de Tokio. El nuevo monarca se ha cubierto de una túnica anaranjada cuyo diseño data del siglo IX, para asistir a los actos protocolarios y rituales.

En vista de que, recientemente, un tifón ocasionó graves daños a esos territorios marítimos y a pesar de la fastuosidad y dimensiones planetarias del ascenso del nuevo monarca, se ha buscado no apartarse de la austeridad, sin perder, por cierto, imagen condigna a lo que se llevó a cabo.

Con este motivo, viajó al país del Sol Naciente el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo y su señora esposa Yazmín Colón, junto al Ministro Consejero para la Facilitación de la Inversión Privada y del Embajador y Cónsul de esa nación en Tokio, que, en este marco, asistieron también a reuniones bilaterales de trabajo, a fin de promover acercamientos para futuras inversiones. Esta reducida, pero representativa delegación panameña, hizo este viaje en vuelos de aerolíneas comerciales.

Qué contraste con esas abultadas comitivas del anterior gobierno ecuatoriano que viajaban en los aviones presidenciales que, incluso sin pasajeros, fueron a paraísos para lavado de dinero.

[email protected]

Franklin Barriga López

El flamante emperador Naruhito, como heredero del Trono del Crisantemo, recibió una réplica de la legendaria espada Kusanagi y otros símbolos antiguos de mando, dentro de las tradiciones de Japón que ha logrado honrar su pasado de historia milenaria y desarrollar la más avanzada tecnología que le ha llevado a los conocidos y altos niveles de progreso, sin dejar de lado sus raíces ancestrales que le proporcionan identidad nacional.

En ceremonia, del más estricto protocolo, efectuada ante la realeza de todo el mundo, dignatarios de 192 países y un total de dos mil invitados, se ha producido la entronización del nuevo emperador nipón, efectuada en el Palacio Imperial de Tokio. El nuevo monarca se ha cubierto de una túnica anaranjada cuyo diseño data del siglo IX, para asistir a los actos protocolarios y rituales.

En vista de que, recientemente, un tifón ocasionó graves daños a esos territorios marítimos y a pesar de la fastuosidad y dimensiones planetarias del ascenso del nuevo monarca, se ha buscado no apartarse de la austeridad, sin perder, por cierto, imagen condigna a lo que se llevó a cabo.

Con este motivo, viajó al país del Sol Naciente el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo y su señora esposa Yazmín Colón, junto al Ministro Consejero para la Facilitación de la Inversión Privada y del Embajador y Cónsul de esa nación en Tokio, que, en este marco, asistieron también a reuniones bilaterales de trabajo, a fin de promover acercamientos para futuras inversiones. Esta reducida, pero representativa delegación panameña, hizo este viaje en vuelos de aerolíneas comerciales.

Qué contraste con esas abultadas comitivas del anterior gobierno ecuatoriano que viajaban en los aviones presidenciales que, incluso sin pasajeros, fueron a paraísos para lavado de dinero.

[email protected]

Franklin Barriga López

El flamante emperador Naruhito, como heredero del Trono del Crisantemo, recibió una réplica de la legendaria espada Kusanagi y otros símbolos antiguos de mando, dentro de las tradiciones de Japón que ha logrado honrar su pasado de historia milenaria y desarrollar la más avanzada tecnología que le ha llevado a los conocidos y altos niveles de progreso, sin dejar de lado sus raíces ancestrales que le proporcionan identidad nacional.

En ceremonia, del más estricto protocolo, efectuada ante la realeza de todo el mundo, dignatarios de 192 países y un total de dos mil invitados, se ha producido la entronización del nuevo emperador nipón, efectuada en el Palacio Imperial de Tokio. El nuevo monarca se ha cubierto de una túnica anaranjada cuyo diseño data del siglo IX, para asistir a los actos protocolarios y rituales.

En vista de que, recientemente, un tifón ocasionó graves daños a esos territorios marítimos y a pesar de la fastuosidad y dimensiones planetarias del ascenso del nuevo monarca, se ha buscado no apartarse de la austeridad, sin perder, por cierto, imagen condigna a lo que se llevó a cabo.

Con este motivo, viajó al país del Sol Naciente el presidente de Panamá, Laurentino Cortizo y su señora esposa Yazmín Colón, junto al Ministro Consejero para la Facilitación de la Inversión Privada y del Embajador y Cónsul de esa nación en Tokio, que, en este marco, asistieron también a reuniones bilaterales de trabajo, a fin de promover acercamientos para futuras inversiones. Esta reducida, pero representativa delegación panameña, hizo este viaje en vuelos de aerolíneas comerciales.

Qué contraste con esas abultadas comitivas del anterior gobierno ecuatoriano que viajaban en los aviones presidenciales que, incluso sin pasajeros, fueron a paraísos para lavado de dinero.

[email protected]