Venta de mascarillas, el salvavidas de los informales

OPCIÓN. Los comerciantes informales buscan a diario recursos económicos como sustento de su familia.
OPCIÓN. Los comerciantes informales buscan a diario recursos económicos como sustento de su familia.

Decenas de personas cambiaron sus actividades diarias por la venta de guantes y mascarillas.

María Fabiola Ugsha Vega, tiene 35 años, es oriunda de Tigua, pero vive en Latacunga, antes de la crisis sanitaria, se dedicaba a la venta de pinchos en El Salto. Tiene una hija y su esposo también se dedica al comercio informal. 15 días antes de la emergencia, ya no salió a vender la comida y con la disposición de aislamiento, se quedó 15 días más en casa. Un día salió y vio que la principal necesidad que había en la gente era la de guantes y mascarillas, entonces decidió cambiar de negocio y su carro de comida fue adecuado para la venta de estos implementos. Esta mujer recorre especialmente el centro de la ciudad, donde se instalan la mayor parte de instituciones financieras. Su esposo hace los mismo, pero en otros lugares.

“No podemos quedarnos en casa esperando, porque nosotros vivimos de lo que ganamos a diario y tenemos que sobrevivir”, dijo esta mujer.

En su coche ofrece guantes blancos, de colores, de látex y de nitrilo, además, mascarillas quirúrgicas y lavables. Vende por unidades, a 50 centavos, cualquiera de estos productos.

50 CENTAVOS es el costo de una mascarilla y un par de guantes también cuenta eso.No quiso informar cuánto gana a diario, pero aseguró que no hay días buenos porque hay mucha competencia, en todo caso aseguró que al menos obtiene los recursos para la comida.

Carmen Narcisa Toscano, una mujer de 50 años, se dedicaba a la elaboración de artesanías en madera, roperos y otros objetos, con su esposo trabajaban en esta actividad para poder solventar los gastos de las 14 personas que viven en su hogar, son sus 10 hijos, más su yerno y una nieta.

Su hijo mayor tiene 30 años y era agente vendedor, ahora está sin trabajo, el más pequeño tiene ocho años y las necesidades en los momentos actuales son varias; por lo que encontró en la venta de mascarillas y guantes la oportunidad de obtener recursos para poder solventar, al menos la alimentación diaria.

La mascarilla y los guantes son indispensables para ingresar a las entidades financieras.Para poder obtener una caja de guantes, debe esperar en la mañana un par de horas y conocer los lugares donde las distribuyen, apenas alcanza a obtener guantes por unidades, por lo que vende pocos, el valor es de 50 centavos y mascarillas de tela a un dólar. Su esposo también vende lo mismo.

Juan Carreño, tiene 48 años, es oriundo de El Oro, pero vive 15 años en Latacunga, es pastelero, pero al momento su actividad está decaída y por eso vio la necesidad de salir a vender mascarillas y guantes. Una semana pasó sin ingresos, cuando inició la emergencia.

Ahora recorre la ciudad vendiendo estos productos, que por la emergencia se han convertido en indispensables. En un día bueno, dijo que, obtiene hasta unos 30 dólares. La caja de guantes de 50 pares la compra en 18 dólares y por unidad los vende a 50 centavos.

“Si me va bien, mi esposa también vende en otro lugar y no podemos quejarnos, aunque hay mucha competencia, porque hasta gente que antes no se dedicaba al comercio, ahora lo hace”, expresó.

De esta manera, decenas de personas oferta guantes y mascarillas, que en las farmacias escasean y por lo tanto hay demanda. Aseguran que mientras no hagan puesto fijo, no tienen problema con las autoridades y que lo único que en estos momentos, donde no solo se vive una crisis sanitaria, sino también económica, no pueden quedarse en casa y bajo todas las seguridades sanitarias, salen a buscar recursos para el sustento diario.

De su parte, el comisario municipal, Eugenio Ríos, informó que se mantienen controles estrictos a los comerciantes informales, no se ha decomisado mercadería hasta el momento, porque también entienden que en estos momentos necesitan recursos porque son gente que vive del día, pero se les pide que no hagan puesto y recorran vendiendo el producto. (VHG)