Una vida entre la enfermedad, desesperanza y anhelo básico

NECESIDAD. Este es el hogar improvisado donde María habita con seis hijos, todos menores de edad.
NECESIDAD. Este es el hogar improvisado donde María habita con seis hijos, todos menores de edad.

La doliente madre de familia necesita desde un lugar donde vivir, alimentos para preparar y ropa para sus hijos.

Hablar de su estado de salud y ver a sus cinco hijos que entran y salen de su improvisada morada, hacen que su voz se quebrante y se escapan las lágrimas que lentamente ruedan por las mejillas de María Cevallos Erazo, una mujer de 34 años de edad, madre de cinco hijos. El mayor tiene 17 años, los otros varones 12, 8 y 5; y Elena que es su única hija que tiene 10 años.

Esta familia conformada por seis miembros, donde no hay papá, vive en un pequeño cerramiento que hace de casa, el piso es de tierra, las paredes son de plástico y el techo está cubierto con vetustas láminas de zinc. Esta covacha la construyeron en Pianguapí, en un terreno de 8 por 25, donado por el exalcalde de Esmeraldas, Ernesto Estupiñán Quintero.

La idea de María era trabajar para empezar a construir una casa y vivir de manera digna con sus seis vástagos. Pero su enfermedad que cubre todo su cuerpo con pequeñas erupciones, hace que este anhelo se le diluya porque no puede hacer nada para ganar dinero, y solo le resta vivir con 50 dólares que cobra del Bono de Desarrollo Humano, de lo poco que consigue su hijo adolescente para la comida, lo que le comparten los vecinos y otras personas caritativas.

AYUDA. A María le preocupa que su vida se desprenda de su cuerpo y sus hijos queden a la intemperie.
AYUDA. A María le preocupa que su vida se desprenda de su cuerpo y sus hijos queden a la intemperie.

Infección cutánea

Recuerda que por 12 años vivió en sur de la ciudad en casas de rentadas o prestadas y hace más de un año su piel presentaba erupciones similares al sarpullido. Buscó atención médica donde los galenos le indicaban que se trataba de una infección a la piel. Sin embargo, en la actualidad, las erupciones cutáneas son más notorias y la cubren de pies a la cabeza. Aún desconoce qué tipo de enfermedad es la que padece, que no le casusa dolor ni comezón.

Su ayuda la puede entregar en la isla Pianguapí, si va de Esmeraldas a Tachina, ingresa por el lado derecho antes de llegar al puente, avanza hasta una cancha y por ahí es conocida María Cevallos o llamando al: 09 91 87 99 45.Pero en un chequeo médico realizado en los últimos días en el hospital Delfina Torres de Concha, le detectaron anemia, no está tomando medicina para combatirla, solo lo está haciendo con jugos. También le ordenaron una dieta baja en sal y en grasa. Ayer sus manos, pies y piernas estaban hinchadas, no sabe si es por la anemia o por otra patología.

La hinchazón de las manos no le permiten realizar ninguna actividad doméstica, su hija Elena es la que se encarga de preparar los alimentos para su mamá, el hermano mayor cocina para los demás. La niña de 10 años y su hermano de 17, han asumido la responsabilidad del hogar, ambos se dividen los quehaceres domésticos.

RESPONSABILIDAD. Elena es quien prepara la dieta para su mamá, a su corta edad, se encarga del cuidado de todos.
RESPONSABILIDAD. Elena es quien prepara la dieta para su mamá, a su corta edad, se encarga del cuidado de todos.

Sin familia

Elena es quien está al pendiente de su mamá, mientras su hermano sale de casa a buscar la comida. A más de atenderla está siempre al lado de María mimándola, y cuando la ve llorar es la niña quien seca sus lágrimas y con voz firme le dice que no tiene por qué derramar lágrimas porque ella siempre estará para cuidarla. Estas palabras y actitudes oprimen el corazón de esta madre, que cree que su vida se apaga lentamente. Dice que lo que más le preocupa es partir de este mundo y dejar a sus hijos solos, porque ella no cuenta con una familia.

María Cevallos Erazo, es oriunda de la parroquia Telembí, cantón Eloy Alfaro, quedó huérfana a los 2 años. El padre de sus hijos la abandonó a raíz de su enfermedad.Su anhelo es dejar a sus hijos en una casa, teme que le pase algo a su niña porque donde viven no hay ningún tipo de seguridad. No sabe a qué autoridad elevar sus suplicas para que le construyan una vivienda donde los niños estén seguros. Agradeció a las personas que se han hecho presente con ayudas. Dijo que un señor del Cuerpo de Bomberos le regaló una nevera, otras personas le entregaron una litera, una cocineta, útiles escolares y alimentos. (MBC)