Un loro en el hogar

Para ser buena mascota, un loro debe ser criado en cautividad, y acostumbrarle de joven al contacto con las personas. Debe percibir a sus propietarios como los jefes de su bandada, que le ofrecen seguridad y protecci. Hay que evitar que el animal sea dominante. Para ello conviene alojarle a una altura inferior a la de nuestra cabeza, y no permitirle subirse al hombro ni andar suelto sin control por toda la casa.

Las recompensas pueden consistir en atenci, palabras dulces, caricias y golosinas. El mejor castigo es la ignorancia absoluta, mientras que los gritos, golpes y enfrentamientos son contraproducentes.

En quse diferencia de otras mascotas?

Antes que todo debemos entender varias diferencias entre un loro y un perro, en lo que respecta a su aptitud como comparos de casa.
Los loros no son animales domticos: es decir, que no est genicamente seleccionados para adaptarse a nuestro modo de vida. En casa tampoco sabr comportarse.

Para que la convivencia con una de estas aves sea placentera para ambas partes, necesitaremos hacer un esfuerzo por entenderle y educarle.

En la naturaleza ellos son presas para otros animales. La evoluci los ha «programado» para recelar instintivamente de lo desconocido. Por eso no debe sorprendernos que reaccionen con desconfianza, o se asusten de una forma que en principio podr parecer exagerada.

En cautividad, files de educar

Para tener un loro dil, cariso y que se deje educar, es determinante el origen del mismo. Uno capturado en la naturaleza nos considerarbicamente como a depredadores en potencia. Sercasi intratable y so a costa de grandes esfuerzos conseguiremos avances mimos.

Sin duda una especie de estas, para ser una compaa adecuada, debe ser criado en cautividad y acostumbrado de joven al contacto con las personas. De este modo, ya desde polluelo nos reconocercomo a sus semejantes.

Las personas deben ser los jefes

Los loros son animales sociales. Para ellos la familia es la bandada en la que van a buscar protecci, y de paso tambi procurar ser los jefes si les dejamos.
Nuestro trabajo consiste en hacer entender que la gente son los leres de su bandada, y que es el individuo subordinado. De otro modo tendremos uno agresivo, que tendera comportarse de forma desobediente y destructiva.

Los m inteligentes se parecen emocionalmente a un ni de dos o tres as. Buscar instintivamente nuestra atenci y aprobaci, y so si les educamos de forma correcta aprender lo que esperamos de ellos y lo que no les estpermitido hacer.

Co evitar que se vuelva dominante?

En la naturaleza los loros dominantes suelen ocupar las ramas y lugares m altos, por encima de sus comparos. Si reproducimos esta situaci en casa, nuestro peque puede llegar a pensar que es el que manda.

Para evitarlo debemos situar la jaula y los posaderos a una altura inferior a la de nuestra cabeza. De modo similar, no debemos dejarle posarse sobre nuestro hombro, aunque siempre lo intentar Dejar que esten nuestro hombro equivale a decirle: «de acuerdo, testas encima m y aqumandas t.

Para reforzar nuestra dominancia, y al mismo tiempo hacerle entender una orden verbal sencilla como: sube o arriba…, podemos obligarle a practicar un ejercicio llamado la escalera. Consiste en ofrecerle la mano para que suba al mismo tiempo que decimos con voz firme sube!. A continuaci se le pone la otra mano delante, obligdole a cambiar de mano y repitiendo la orden, y asdurante varios minutos cada d.

Ignorarlo como castigo

Para recompensarle cuando acierte en algo o se porte bien, basta con acariciarle, hablarle carisamente o darle una golosina.

Para reprenderle podemos dar una voz fuerte, mirdole con desagrado y habldole a continuaci. Son increlemente intuitivos para detectar nuestro agrado o desagrado.
El mejor castigo para una conducta indeseable, como morder o gritar, es ignorarlo absolutamente durante 15 minutos, incluso cubriendo la jaula con un trapo o cerrando las luces.

Hay que tener en cuenta que los golpes, agresiones y castigos ficos no funcionan en absoluto con un loro, pues so generan respuestas m y m agresivas por su parte.

El loro y su territorio
Tome en cuenta

Los loros que campean a sus anchas por la casa, con plena libertad, tienden a volverse territoriales, desobedientes, y por tanto agresivos.

El loro deber ser ensedo a permanecer en los alrededores de su jaula y posaderos, y solo permitsele vagabundear fuera bajo la supervisi de los propietarios.

Atarles la pata no so es peligroso sino innecesario, pues los loros captan perfectamente la idea de que no se les permite marchar de ah

Los loros que pasan mucho tiempo en un lugar reducido, como su jaula, pueden defender de forma agresiva lo que consideran su territorio.

Conviene acostumbrarles al cambio, a visitar otros lugares bajo supervisi, e incluso a dormir en un lugar diferente al que ocupan durante el d.

Alimentaci y las enfermedades

Como la alimentaci en su hitat natural consiste en semillas de girasol, avena, cam, mijo, ma, arroz, trigo, hay que procurar que en cautiverio consuman lo mismo, completando la dieta con trozos de manzanas, peras y planos, zanahorias, hojas de nabo, col rizada y broli.

Por otra parte, las enfermedades m frecuentes son:
Enfermedad de Pacheco: Se transmite a trav de la comida contaminada por los excrementos de las aves. Se manifiesta con diarrea aguda y no tiene tratamiento efectivo, por lo que el ave muere en poco tiempo.

El fr: Si viven a bajas temperaturas pueden sufrir de congelaci de sus patas hasta el punto de perderlas.

Estr: Las cotorras en cautiverio pueden padecer de estr por vivir en condiciones deficientes y falta de estulos (poca luz y/o espacio, corrientes de aire, o poco contacto con las personas). Como consecuencia se dedican a arrancarse las plumas.