Un legado que podría desaparecer

Un legado que podría desaparecer
FILÁNTROPA. Laura Mosquera López fundó una escuela que hoy lleva su nombre y que se pretender cambiar.

Laura Mosquera López hoy escucha con dificultad; los gritos de los niños y niñas ya no retumban en su sentido auditivo; se acogió a la jubilación y la escuela que fundó en 1963 ahora es regulada por el Ministerio de Educación.


En esa época, cuando Esmeraldas tenía 33 mil 555 habitantes, esta encomiable mujer, junto a su esposo, Gelio Ortiz Urriola (+), decidieron crear la primera escuela particular laica de la provincia, el Instituto Moderno. Un solo alumno acudió el primer día de clases ocurrido un 26 de junio; el año lectivo finalizó con 13 educandos.


Con el pasar de los años (24 años después) la Dirección Provincial de Educación, con oficio 11 DEE-DP del 22 de enero de 1999 decidió cambiar el nombre de Escuela Particular Laica a Fiscal Instituto Moderno por el de Laura Mosquera de Ortiz.

Sin esperar nada


“No sabía del cambio, eso lo decidieron ellos, yo doné la escuela sin esperar nada por aquello”, lo dijo con sencillez la profesora desde la tranquilidad de su hogar, donde placas de reconocimientos dan fe del aporte entregado a la educación esmeraldeña.


Con el mismo nivel de sorpresa, hoy, Laura Mosquera López revela que la escuela que donó y en la que formaron miles de esmeraldeños, cambiaría otra vez de nombre.


“Me da mucha pena que hagan esto, porque mis queridos alumnos recuerdan ese nombre”, dijo con voz entrecortada, tras referir en tono bajo y melancólico, que sí le gustaría que se conserve su nombre como un reconocimiento a su filantropía.


Ella, sabe que su pedido se contrapone con lo que reza en la Ley que impide colocar nombres de personas que estén vivas, “pero se pude hacer un excepción”, agregó la mujer de letras, que en la redes sociales encontró el gran apoyo de exestudiantes que al enterrarse del posible cambio de nombre hicieron público su sentir.

Respuesta de sus alumnos


“Injusticia, nada más”, dijo Cecilia Cañola. “Los méritos y reconocimientos los debemos llevar en vida y en toda Esmeraldas se sabe de la trayectoria de la señorita Laurita”, Elsa Lara. “Inadmisible error; cómo es posible que tremendo desatino se ejecute. ¡Reaccionen por favor!”, Anabel Meza.


“Profesora Laura Mosquera, tus amigos, estudiantes y padres de familia somos solidarios por la permanencia de tu nombre en ese establecimiento educativo emblemático. Esto también es pérdida de valores, pues, no propicia el fomento de la cultura de reconocimiento en nuestros niños”, Ítalo Pérez. (MGQ)