Tumbar a Maduro por referendo ya es imposible

Tumbar a Maduro por  referendo ya es imposible
CHOQUES. Miembros de la Guardia Nacional intentan detener a manifestantes opositores en Caracas. (El Nacional)

La Oposición venezolana rearma su estrategia tras el golpe del poder electoral.

Redacción Internacional

El Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el Gobierno venezolano según la oposición, descartó que este año se realice un referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro. Al fijar la fecha de recolección de firmas, que será entre el 26 y el 28 de octubre, cambió las reglas de juego y puso mayores trabas que hacen difícil que el proceso se rlleve a cabo.


“El evento pudiera efectuarse a mediados de primer trimestre de 2017”, señaló en un comunicado el CNE, tras señalar que si se cumplen los requisitos la consulta sería convocada a inicios de diciembre y a partir de entonces correrán los 90 días “reglamentarios que tiene el organismo” para realizarla.


Esa fecha imposibilita un cambio de gobierno. La Ley estipula que, para que haya nuevas elecciones, el referendo debe realizarse antes del inicio del cuarto año de mandato, que Maduro cumplirá el 10 de enero de 2017.

Las trabas


La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) exige que la recolección del 20% sea a escala nacional y no que ese porcentaje corresponda al registro electoral de cada estado, como pretende el CNE. Con uno solo que no logre el mínimo, el proceso quedará invalidado.


Sin embargo, el ente electoral determinó que ese 20% se hará por Estado y no por circunscripción electoral como está establecido en la Constitución Bolivariana.


No es la única traba que ha puesto el CNE. Mientras la MUD) que reúne a los partidos de oposición, pidió 19.500 máquinas para los 19 millones de electores que deberían refrendar su firma, el organismo determinó que serán 5.392 máquinas.


Contra el tiempo


De acuerdo con las decisiones tomadas por el CNE, la oposición tendrá apenas 21 horas para recoger las rúbricas. Es decir, siete horas diarias: de 08:00 a 12 :00 y de las 13:00 a las 16:00.


En la anterior etapa, la MUD recolectó nueve veces más de las 200.000 firmas que necesitaba para hacerse promotora del referendo, por lo que dice estar segura de asestar en la próxima fase un golpe contundente que presione el revocatorio.


Sin embargo, con las nuevas condiciones es muy complicado que se reúnan las firmas necesarias.”La estructura que está proponiendo el CNE no permitiría que más de cuatro millones validen la firma”, y el cronograma llevaría la consulta a marzo de 2017, dijo Eugenio Martínez, experto en asuntos electorales. La oposición deberá recoger cerca de 4 millones de firmas.

Nuevas acciones


La oposición venezolana buscaba ayer rearmar su estrategia de presión contra el presidente Nicolás Maduro, tras el anuncio del poder electoral que sepulta su intención de sacarlo del poder este año mediante un referendo revocatorio.


La Mesa de la Unidad Democrática (MUD) anunciará en las próximas horas acciones legales y de protesta para insistir en el revocatorio, pese a que el Consejo Nacional Electoral (CNE.


La oposición considera que el referendo es una “válvula de escape” al enorme malestar popular por la crisis económica, con una agobiante escasez de alimentos y medicinas, y una inflación que el FMI calcula en un 720% para este año.


Los peligros se aceleran

Monstruos dentro del chavismo

Ante el anuncio del CNE, los analistas advirtieron de varios riesgos. Para Luis Vicente León, presidente de la firma Datanálisis, “todos los peligros se aceleran porque se bloquea a las mayorías” y los riesgos de “conflicto aumentan”.

“El peligro más grave es que la oposición se fracture frente a la decisión de qué hacer”, pero también “puede haber un problema para Maduro porque puede desatar los monstruos internos dentro del chavismo y dividir el sector militar”, aseguró.


Francine Jácome, directora del Instituto Venezolano de Estudios Sociales y Políticos, coincidió en que “el Gobierno busca dividir a la MUD y “generar focos de violencia” que llevarían a “mayor represión y paralización del proceso revocatorio”.


Para los analistas, la recolección de firmas sería de por sí un referendo. Ocho de cada 10 venezolanos, según Datanálisis, quiere cambiar al Gobierno. Pero es posible el desánimo de la gente y el desgaste de la oposición.