Nueva York, (EFE).-
Los trabajadores de las plantaciones de planos en Ecuador son vtimas de serios abusos contra los derechos humanos, seg un informe, hecho plico hoy, de la organizaci Human Rights Watch.
Ecuador es el mayor exportador del mundo de planos y el origen de casi la cuarta parte de los planos que se consumen en Estados Unidos y Europa.
Bajo el tulo «Cosecha turbia: trabajo infantil y obstulos para organizar las plantaciones de planos en Ecuador», Human Rights Watch ha publicado el resultado de un estudio de tres semanas con 45 nis trabajadores.
En las plantaciones trabajan en malas condiciones nis de tan so ocho as, y a los adultos no se les reconoce, ni siquiera, el derecho de asociaci, seg el informe.
Grandes corporaciones como Noboa y Favorita (ecuatorianas) y Chiquita, Del Monte y Dole (norteamericanas) no han conseguido influir con su poder financiero en el comportamiento de los dues de las plantaciones.
Todas las grandes compaas bananeras, Chiquita, Del Monte, Dole, Favorita y Noboa, han comprado, en alguna ocasi, en plantaciones donde hay nis empledos, y m del 70 por ciento de los nis entrevistados dijeron que trabajan en propiedades que proveen exclusivamente a Dole.
Al pedir Human Rights Watch a Dole que confirmase o negase su relaci comercial con estos proveedores, la empresa se nega dar la informaci.
«Los planos ecuatorianos que est en tu mesa pueden haber sido producidos en condiciones espantosas», afirma Miguel Vivanco, director ejecutivo de la divisi americana de Human Rights Watch, alertando sobre el deber de las compaas bananeras de proteger a sus trabajadores.
Apunta tambi a la obligaci de Ecuador, bajo la legislaci internacional, de que esto se cumpla, insistiendo en que este aspecto legislativo forme parte de cualquier acuerdo comercial con Ecuador en el futuro, como el ALCA (Area de Libre Comercio de las Amicas).
Entre los nis entrevistados durante la elaboraci del informe, 41 comenzaron a trabajar en edades entre los 8 y los 13 as y la mayor entre los 10 y los 11. Su jornada laboral es de 12 horas de media y menos del 40 por ciento de los nis continuaba en la escuela al cumplir los 14.
Durante su jornada est expuestos a pesticidas ticos, usan afiladas navajas y machetes, se echan a la espalda enormes cargas de planos, beben agua sin condiciones sanitarias suficientes y algunos sufren acoso sexual.
Alrededor del 90 por ciento de los nis entrevistados dijeron a Human Rights Watch que continuaban trabajando mientras los aviones fumigaban las plantaciones. Su salario es, de media, de 3,50 dares al d, aproximadamente el 60 por ciento del salario mimo en el sector.
En cuanto a los adultos, so un 1 por ciento de los trabajadores en las plantaciones estafiliado a un sindicato, y los dues de las plantaciones eluden las diles leyes laborales en Ecuador subcontratando trabajadores «temporales-permanentes», que dependen de un contratista que a su vez tiene poco poder de negociaci con el due, dice el informe.
«O sufren en silencio o les echan» resumiVivanco.
La organizaci de derechos humanos ha pedido a las grandes exportadoras que pidan a sus proveedores que protejan los derechos de sus trabajadores y, al mismo tiempo, ha pedido al Gobierno ecuatoriano que promulgue una legislaci laboral m justa.