Con una perspectiva de comercio justo, mostrando la variedad y la riqueza de nuestro país, varios locales en la capital ofrecen a sus clientes mercadería que llega directamente de pequeños y medianos productores.
Y es que cada uno de ellos tiene un ‘toque’, una historia distinta y un valor agregado, pues empezaron como pequeños emprendimientos y poco a poco han ganado terreno en el ámbito comercial.
Dueños de tiendas alternativas han optado por dar una mano y ofrecer mercadería que en las grandes cadenas no se encuentran, a manera de activar el comercio justo y brindar la oportunidad para ofrecer múltiples productos de calidad. (MLY)
Preocupados por la salud
° Comunidades de madres solteras, pequeños agricultores, productores y artesanos son los proveedores de Natuorganic, una tienda y restaurante que ofrece al cliente productos orgánicos a bajo precio.
“Nosotros decidimos abrir la tienda para ayudar no solo al consumidor final a tener una alimentación más saludable, sino también contribuir a diferentes emprendedores a expandirse y darse a conocer”, asegura Andrés Pachano, mentalizador de la idea.
La propuesta es que la gente entienda que el consumir orgánico no tiene por qué ser más caro y, por ello, mantiene precios fijos y ofrece al cliente un sinfín de opciones de compra, incluso con servicio a domicilio.
La tienda cuenta con una cafetería y amplias áreas verdes “para que la experiencia sea completa”, dice Pachano, pues mientras el cliente lleva su canasta de productos para el hogar, también puede disfrutar de un jugo, una ensalada de frutas, una lasaña. “Ninguna tienda te ofrece disfrutar mientras haces una compra”, cuenta.
Alrededor de 1.500 productos se encuentran en esta percha, entre frutas, verduras y legumbres sin olvidar los productos elaborados, como aceites, mantequillas, mermeladas, harinas y más. Otro ‘plus’ es que los pedidos se pueden realizar por internet, en la página web www.mynatuorganic.com, y recibir en casa a escala nacional. También tienen un número de Whatsapp: 098 406 8777
Trayectoria y variedad
° La tienda Camari se encuentra en el mercado desde 1981. Ofrece a sus clientes insumos de producción local, agropecuarios y artesanales, que provienen de distintas zonas del país.
Sagrario Angulo, gerente del establecimiento, comenta que los productos tienen precios módicos y entre los más solicitados están la panela, la quinua y el jarabe de jengibre. “La idea es promover el desarrollo de los productores con una comercialización honesta, eficiente y solidaria”, dice.
Además, añade que el mayor desafío es mantener el equilibrio entre la sustentabilidad de los artesanos y de la organización. “Un escenario es el mercado local y otro es el internacional. Por eso nos enfocamos en que la calidad y el comercio justo son el eje”.
En Quito disponen de dos puntos de venta, uno en el sector de Santa Clara (Marchena Oe-2 38 y Versalles) y otro en la Jipijapa (Amazonas entre Gaspar de Villaroel y José Bolaños). Allí se exhiben los productos con un valor adicional: el esfuerzo y el cariño de cada artesano y trabajador, con buenos precios y altos estándares de calidad.
“En medio de toda la variedad que tenemos, no hay nadie que entre ‘por curiosear’ y salga con las manos vacías. Hay todo para todos”, concluye Angulo. La tienda es miembro acreditado de la Organización Mundial de Comercio Justo (WFTO), de la Red Latinoamericana de Comercialización Comunitaria (Relacc).
Consumo responsable
° 150 productores, que cumplen estándares de calidad del Sistema Participativo de Garantías (SPG), exhiben sus productos en Wayruro Orgánico, una tienda ubicada en el norte de Quito, que se dedica al expendio de productos orgánicos.
Verduras, frutas, harinas, granos, mermeladas, jabones, detergentes y más artículos pasan por un riguroso proceso de selección antes de llegar al consumo humano.
Johana Simbaña, miembro del área administrativa del negocio, asegura que la idea va más allá de vender productos de un estilo de vida que “está de moda”, pues en la compra y venta diaria de cada insumo se manejan responsabilidades sociales.
“Nuestro objetivo es dar alcance a los consumidores de productos orgánicos garantizados, pero sobre todo que pequeños productores no se queden con su mercadería, sino más bien haya una ventana de acceso que puedan aprovechar y llegar a más gente”, manifiesta.
Cuenta con servicio a domicilio a través de plataformas digitales e incluso, los clientes pueden hacer pedidos vía redes sociales, correo electrónico y WhatsApp. “Los clientes son conscientes de lo que compran y sienten el bienestar en su cuerpo y en su familia, mientras apoyan a emprendedores locales, por eso les damos todas las facilidades posibles”. A Wayruro Orgánico lo puede encontrar en la calle Juan de Dios Martínez N35-120 y Portugal y a su línea directa 099 617 8469. El horario de atención es de martes a sábado de 10:00 a 18:30.
Ubicación estratégica
° Tianguez, una tienda de artesanías, por estar ubicado en el corazón del Centro Histórico ha sido considerado como un destino imperdible para el turismo, sobre todo internacional. Es así como ha ganado terreno en el sistema comercial alternativo.
Cuenta con 200 productores que abastecen de distintos productos como alimentos, suvenires, textiles y artículos de aseo. Sin embargo, su fuerte es la venta de artesanías. Tiene seis salas temáticas distribuidas estratégicamente para atraer la atención de sus clientes.
Según comenta Mishell Alvarado, administradora y vendedora del lugar, la mayoría de sus productos provienen de la región amazónica. En la primera sala se encuentran suvenires, café, postales y joyas. En la segunda sala, en cambio, hay una gran variedad de sombreros de paja toquilla y diseños exclusivos con bordados de Zuleta.
En la tercera sala están los alimentos y las bebidas típicas, así como artículos de primera necesidad, como champús y cremas. De la cuarta a la sexta, se exhiben cerámicas y artesanías de culturas indígenas. “Son réplicas de piezas originales”, asegura Alvarado y pueden, incluso adquirirse bajo pedido.
Los precios varían dependiendo el producto, pues hay artículos desde 0,85 dólares, como los snacks, hasta aquellos que pueden costar 400 dólares, como las grandes piezas de cerámica. El Tianguez se encuentra en la Plaza de San Francisco, entre las calles Sucre y Cuenca (bajo la iglesia).