Sistema de salud colapsado y corrompido

Atención. Las unidades de cuidados intensivos fueron copadas en los primeros meses de pandemia.
Atención. Las unidades de cuidados intensivos fueron copadas en los primeros meses de pandemia.

Uno de los servicios ligados directamente a la actual pandemia es el de salud, que desde el inicio trató de blindarse y de prever los escenarios que se podían presentar, sin embargo, con el pasar de los días las observaciones por la saturación del sistema y las denuncias por presuntos sobreprecios en los insumos se hicieron públicos.

Mientras los días pasaban las noticias falsas y elucubraciones en redes sociales hablaban de posibles casos, pero el anuncio sobre la primera persona contagiada en Tungurahua se dio el 23 de marzo.

La persona contagiada fue un hombre de 37 años que trabaja en Guayaquil y viajó a esa ciudad el 16 de marzo, y al no poder ingresar regresó el mismo día a Ambato. El paciente no necesitó ser hospitalizado y guardó cuarentena con su familia.

A día seguido se daba a conocer el segundo caso y el cerco epidemiológico de este se extendía hasta 25 personas, el hombre era conductor de taxi y se encontraba guardando cuarentena.

Estos nuevos casos provocaron que la dinámica de la ciudad cambie drásticamente y las actividades comerciales se detengan, un nuevo toque de queda se impuso desde las 14:00 hasta 05:00.

Salvarse costaba más de 50.000 dólares

La falta de camas en la red pública de salud hizo que varias personas prefieran internarse en clínicas privadas para salvar su vida y la de sus familiares, para esto se valieron de todos los recursos posibles, vender autos, enseres o incluso pedir prestado dinero al ‘chulco’.

El padre de José (nombre protegido) estuvo internado en cuidados intensivos de una clínica de Ambato durante 19 días. Debido a que en el Hospital Regional Docente Ambato y en el Hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) no habían camas, tuvieron que acudir a la salud privada.

Sin embargo, nada salvó al padre de José que murió. Cuando tuvieron que pagar la cuenta, la factura se imprimió por 66 mil 380 dólares. La familia quedó endeudada.

Un caso similar lo vivió Xavier (nombre protegido) quien después de que su tío estuvo internado por 17 días murió y tuvo que pagar 32.000 dólares para que el cuerpo pueda ser devuelto a la familia.

El sistema de salud

Patricio Mayorga presidente del colegio de médicos de Tungurahua manifestó que esta pandemia ha dejado en evidencia al sistema sanitario del país. “No estuvo preparado y en sus fases iniciales no se tomaron las medidas a tiempo y se fueron ajustando poco a poco”, manifestó.

Mayorga comentó que el relajamiento de las medidas o la demora en la toma de decisiones ha hecho que la gente pierda la percepción del riesgo y se acumule en espacios sin tomar las debidas precauciones.

El médico comentó que una de las debilidades del sistema sanitario es que no se ha fortalecido la atención primaria. “Si tuviéramos un sistema de atención primaria fortalecido hubiésemos controlado de mejor manera el aumento de los casos, manteniendo el control para llegar a los barrios donde está la comunidad donde se producían los contagios, los rebrotes”, aseguró.

Esta atención primaria resulta importante porque ayudaría a atender a los pacientes en los primeros síntomas y no esperar a atenderlos cuando ya tienen afecciones graves o dificultades respiratorias.

Para Mayorga otro de los aspectos que se develaron fueron los presuntos casos de sobreprecios y corrupción. “Es tan doloroso ver que se está malversando los fondos públicos, que hay tanta corrupción en medio de una necesidad tan grande, cuando faltan insumos en los hospitales, cuando no hay medicamentos, cuando se necesita para trajes de protección, no solo con enfermedades de covid sino pacientes con enfermedades crónicas que necesitan atención diaria”, comentó.

Para el médico la pandemia también ayudó a develar que debemos cambiar la forma de ver la vida en la actualidad. “Vemos que el paciente que está en buen estado, que se cuida, que se alimenta sano, tiene menor riesgo de enfermar y esto nos hace ver en la nueva forma de ver la vida e insistir en la responsabilidad de todos de cuidarnos, de mantener las distancias y usar las mascarillas adecuadas”, aseguró.

Para el médico aún hay mucho que mejorar, tratando de controlar los casos, estableciendo las zonas donde se dan mayor número de contagios e insistir a los ciudadanos sobre la corresponsabilidad que debe existir.

“Si no hay responsabilidad de la gente en cumplir las restricciones y recomendaciones, pues lamentablemente tendremos que volver a medidas de restricciones más rígidas, la recomendación es volver a la corresponsabilidad, si nos cuidamos, cuidamos a nuestra familia y nuestros hijos”, enfatizó.

Récord de muertes

Mientras tanto las cifras de muertes en la provincia tienen un notable ascenso en comparación con el año pasado, es así que según datos del Registro Civil hasta el 30 de noviembre se registraron 3 mil 769 defunciones, mientras que en el 2019 fueron 2 mil 582.

Tungurahua se ubicó en junio como la segunda provincia que más muertes registró por cada 10 mil habitantes, siendo 532 el número de personas fallecidas.

En contraste para septiembre el número de muertes bajo a 301. Edgar Bravo, coordinador zonal 3 del Ministerio de Salud Pública del Ecuador (MSP), atribuyó el descenso de las muertes en la provincia a que las personas buscan atención médica apenas sienten alguno de los síntomas de coronavirus, lo cual ayuda a poder brindarle un tratamiento más efectivo para recuperarse.

Suicidios aumentan en la pandemia

Con el confinamiento las cifras de suicidios parecían haberse detenido, pues se pensaba que el aislamiento y la cohesión familiar ayudarían a paliar este problema social.

Fernanda Navarrete, socióloga y parte del equipo de psicorehabilitación de la Universidad Central del Ecuador, manifestó que el tema del suicidio tiene que ser entendido de una forma sistémica, ya que las ideas autolíticas son una reacción natural a la crisis.

“Afectados ahora con la pandemia y lo que deja, es una respuesta natural y se incrementa al entrar en semáforo amarillo porque las preocupaciones agobian, es decir, ahora ya tengo que salir de casa, pues ya se terminaron los tres meses de gracia para pagar las deudas, tengo que volver al círculo vicioso de trabajo, entre otros”, aseguró Navarrete.

Para Jorge Luis Escobar, presidente de la Sociedad Ecuatoriana de Psicólogos, la cuarentena no resolvió el problema de los suicidios, sino que al contrario se reprimió con la estrategia del miedo.

“Las capacidades autodestructivas estaban reprimidas y el malestar emocional continúa, es por ello que estas personas terminan autoeliminandose o a su vez dañando a la sociedad que le rodea”, aseguró Escobar, al tiempo de comentar que la crisis social y económica también puede desatar niveles de delincuencia, consumo de drogas, entre otros problemas que no se prevé.

En lo que va del año en Tungurahua se han registrado 70 suicidios y 79 llamadas de auxilio por intento de suicidio.

Cuidar la salud mental

Para la psicóloga Verónica León, la pandemia desnudó la realidad social y de cada persona. “Tenemos tantos planes como si el futuro ya lo tenemos en nuestras manos, que nunca imaginamos que va a pasar una situación que interrumpirá estos proyectos que teníamos”, manifestó

La profesional señaló que la pandemia desnudó una sociedad individualista concentrada en lograr sus propias metas, preocupada por lo material, que de pronto fue movida por la pandemia que provocó pérdidas .

“Considero que a nivel de la salud mental esta pandemia ha ocasionado duelos y como todo duelo, hemos visto como las personas en especial acá en Ambato, viven esta negación de que no pasa nada y se niegan a seguir los protocolos de bioseguridad, viven esta negación que de alguna manera evade este shock”, contó.

La psicóloga señaló que se debe ver a la pandemia como una moneda con dos caras, por un lado las pérdidas y por otra las ganancias. “Esta cuarentena obligatoria, esto de estar en casa nos ha servido para mirarnos desde adentro, para reencontrarnos con nuestros proyectos, emociones, con nuestra definición de la vida, esto ha provocado en muchas personas movimientos para finiquitar su relación de pareja, relaciones con hijos, quizás reencuentros que nunca pensábamos”, comentó.

Uno de los puntos que para León resulta beneficioso es que esta nueva realidad ha permitido a muchas personas realizar reajustes en la creatividad para adaptarse a los cambios. “La crisis es una oportunidad brillante que nos descubre, reconecta y nos ayuda a ver nuevas capacidades”, contó.

Para la psicóloga es importante que el próximo año salgamos de la individualidad y tengamos la visión del cuidado colectivo. “Ampliar nuestra conciencia para valorar al otro, valorar el cuidado de los otros el aspecto social, porque si no tengo esta mirada a los míos, que mi comportamiento incide a mi familia a mis vecino, sino tengo esta visión será difícil que tenga empatía y que continúe con las medidas de protección”, manifestó.

Uno de los aspectos que la profesional recomienda ponerle atención es a los sentimientos que se expresan. “Es importante expresar, el miedo, la tristeza, la preocupación, porque las emociones son necesarias, son buenas y que las puedas expresar te da una cierta seguridad y tranquilidad y el saber que no estás solo que hay alguien acompañándote y que te acoge”, aseguró.