Siete ratas por cada habitante se estima que hay en Quito

PLAGA. En el interior de La Carolina se identificaron las madrigueras y se colocó un veneno que hizo efecto en los roedores a los siete días.
PLAGA. En el interior de La Carolina se identificaron las madrigueras y se colocó un veneno que hizo efecto en los roedores a los siete días.

La Secretaría de Salud informa que hay un promedio de siete ratas por habitante en la capital. Hay sitios como La Carolina y El Ejido donde se estaban convirtiendo en un problema y por ello se dispuso la desratización. Si se calcula la población de la ciudad, que es de 2’239. 191 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, entonces habrían 15’674.337 roedores.

Deportistas que visitan durante la noche La Carolina alertaron a las autoridades sobre la masiva presencia de estos animales.

Desde la Secretaría de Salud manejan dos hipótesis sobre las causas, una las excavaciones del Metro, que las ha obligado a salir de sus madrigueras y el aumento de la venta informal en el interior del área verde, porque dejan alimento suelto.

Karina Pisco, coordinadora de Urbanimal, adujo que los responsables de la sobrepoblación de los plagas somos todas las personas, por no tener buenas prácticas en el manejo de los desechos. Eso provoca que haya desperdicios desperdigados, lo mismo ocurre con los perros callejeros y las palomas.

La funcionaria aclaró que en el caso de La Carolina, incidió el tema de la excavación del túnel. Se visitó otros frentes de obra como el de Solanda y Magdalena y los moradores afirmaron que no tienen el problema de roedores; sin embargo, han colocado mallas para evitar que se salgan de las cañerías.

La intervención
Ricardo Borja, administrador del parque La Carolina, manifiesta que les sorprendió ver la presencia permanente de roedores por la pista de bicicletas, por el sector del avión, que salían a toda hora del día. Pero reconoce que ahora está más controlado el tema.

EL DATO
El primer parque donde se denunció la presencia masiva de roedores fue El Ejido. En diciembre se hizo la desratización y el tema está controlado. Personal de la Secretaría de Salud hizo un estudio del lugar, ubicó a las madrigueras que son sitios con varios huecos por los que entran y salen, zonas cercanas a los puestos donde se ubican los comerciantes informales para la venta de alimentos. “Hay gente que arroja alimentos pensando en los pajaritos, pero las que realmente se benefician son las ratas”, indicó.

La desratización de este sitio llevó dos días, la cuadrilla de intervención actuó guiados por una persona técnica de Urbanimal, expertas en el tema. El veneno que les colocaron es un químico que tarda en actuar de seis a siete días, no es fulminante porque come una y luego las otras ya no ingieren. “Son animales muy inteligentes”, aclaró.

Durante el mantenimiento y el barrido que se hace del parque, se han empezado a encontrar a las ratas muertas. Según el administrador, muchas se mantienen dentro de las madrigueras y allí mueren, por ello proceden a cerrarlas. (PSD)