Se oponen a que sus hijos tengan que repetir la prueba Ser Bachiller

Redacción BABAHOYO

Molestos, indignados e invadidos por la incertidumbre, así fue como se mostraron decenas de padres de familias de la Unidad Educativa Padre Marcos Benetazzo. Y es que al enterarse que sus hijos habían sido reprogramados para volver a rendir el examen Ser Bachiller, no dudaron en salir a protestar.

Los padres, acompañados por sus hijos llegaron hasta el plantel, a fin de rechazar de manera categórica la disposición del ente evaluador y, a su vez, exigir que se respete la prueba que inicialmente realizaron sus representados.

Enrique Saltos, padre de una de las alumnas señaladas por parte del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (Ineval), de supuestamente haberse beneficiado de la filtración de las preguntas, asegura que los derechos de su hija están siendo vulnerados, pues refiere que el record académico de la adolescente justifica los 114 aciertos que obtuvo en la prueba

Inconformidad

Saltos argumenta que el Ineval le notifica a la rectora del plantel sobre la reprogramación, pero no entiende cómo se pretende volver a tomar la evaluación, pues el mismo Ineval determina que el porcentaje de falencia para repetirla debe de ser del 6%, pero en la lista que han enviado al colegio hay 67 estudiantes, lo cual corresponde a más del 33% de los estudiantes.

“Los alumnos ya rindieron examen, ya pasaron por una prueba para la cual se capacitaron con 10 meses de anticipación a través de cursos, es injusto que se los quiera volver a evaluar. ¿Dónde están las pruebas de que nuestros hijos incurrieron en estas acciones? ¿Bajo qué base legal están actuando?”, cuestionó Javier Vargas.

Los padres de familia exhibieron los comprobantes con las calificaciones que otorgó el Ineval, el mismo día que sus hijos rindieron las pruebas. Además, calificaron este tema como un abuso e inconstitucional.

Asimismo, no se explican cómo otros estudiantes, con notas bajas y hasta quedados para supletorio, tienen hasta 120 aciertos y no han sido notificados para repetir la prueba. “Parece que han señalado a dedo o al azar a los estudiantes para que repitan”, enfatizó Ángel Calero.

Postura

Por su parte, Mónica Santamaría lamentó que los jóvenes, impedidos hasta el momento de graduarse, hayan sido bloqueados de sus usuarios por el sistema. Añadió que la postura de los padres es que se respeten las calificaciones otorgadas y advirtieron que pelearán hasta las últimas instancias para que no se vulneren los derechos de sus hijos.

Es así que Javier Villalba manifestó que ya prepararon un documento para plantear una acción de protección ante la Defensoría, para que se respeten los derechos de los estudiantes, pues además se los está retrasando de su ingreso tanto a las universidades públicas como privadas.

La estudiante Alanys Vargas se mostró indignada, pues asegura haber estudiado mucho para dar la prueba para que ahora se la esté calificando de fraudulenta. “Nos están tomando como mediocre al querer que repitamos la prueba, que por cierto es muy complicada, pero logré obtener 109 aciertos”, dijo.

De su lado, Estefanía Pazmiño, al saber que fue reprogramada por haber logrado 102 aciertos, piensa que su inteligencia está siendo cuestionada. “No estoy de acuerdo porque incluso estuvieron funcionarios que observaron nuestro desempeño, me parece algo absurdo que una prueba defina nuestro futuro, nosotros somos capaces de decidir por nosotros mismos”, puntualizó. (NDA)