Ropa de garage: Alternativa para terminar el año

ALTERNATIVA. En las calles Rocafuerte y Olmedo está uno de los puestos de ropa de garage. La comunidad está respondiendo con la compra.
ALTERNATIVA. En las calles Rocafuerte y Olmedo está uno de los puestos de ropa de garage. La comunidad está respondiendo con la compra.

En la mayoría de los casos los negocios son liderados por mujeres que decidieron dejar la dependencia marital.

En el cuadrante de las avenidas: Cristóbal Colón y José Joaquín de Olmedo que se unen con las intersecciones Juan Montalvo y Rocafuerte, en la ciudad de Esmeraldas, están cinco locales con ropa de medio uso en exhibición y venta.

Para ofertar no necesitan la formalidad de un local convencional. Una de las particularidades es colocar las prendas en armadores o sobre la mesa, en los parterres… luego a esperar la llegada de los compradores.

En la Rocafuerte y Olmedo, está Lorena Castillo y cinco vecinas. Ellas se juntaron antes de Navidad y emprendieron la venta de garage, como suele ser llamada la comercialización de ropa fuera de un local formal. Revela que la motivación para armar el emprendimiento fue la crisis generada por el coronavirus y el desempleo.

“Existe una gran necesidad que es ayudar en el hogar”, precisa la mujer, quien dijo que para adquirir las pacas con ropa de niños, mujeres y hombres lograron un contacto en el exterior. Dice que por ahora sólo venderán hasta fin de año o hasta que terminen lo adquirido.

La ropa que tenían

“Por lo de la pandemia no se puede estar viajando y no se puede conseguir más ropa. Estamos seguros que venderemos todo, ya que tenemos prendas de 3 a 15 dólares. Los clientes son mujeres y hombres”, detalló Lorena.

Quien no tiene previsto estar sólo por las fiesta es Jennifer Sotto, vendedora de artículos de belleza para la mujer. Su ‘local’ está en la Juan Montalvo. Ella se muestra carismática y visionaria. Ha hecho de las redes sociales su otra vitrina para que, incluso vender mascarillas, con las que empezó a emprender. “Mi hermana vende ropa”, precisa.

“Decir que la crisis está complicada me parece una frase equivocada, ya que para mí, el que no tiene dinero es porque no quiere, existen muchas formas de ganarse la vida honradamente”, recomienda y pide que la busquen en las redes sociales para ofrecerles sus productos.

Un poco más allá, en la misma Juan Montalvo, tres mujeres se juntaron y crearon sus tienda de garage. Ellas prefieren el anonimato, pero revelan que en casa tenían ropa buena y de marca de sus hijos, esposos y de ellas, por lo que decidieron ponerlas a la venta y el negocio ha sido un éxito.

AYUDA. Jennifer Sotto es parte del grupo de mujeres que optó por crear emprendimientos que mejoran la economía en sus hogares.
AYUDA. Jennifer Sotto es parte del grupo de mujeres que optó por crear emprendimientos que mejoran la economía en sus hogares.

No le gusta a todos

Sin embargo, se ven sorprendidas cómo algunas personas que, pese a lucir de baja condición económica, tienen actitudes de reproche hacia prendas usadas que en ciertos casos cuestan un dólar.

“Hemos tenido gente que llega en sus carros y compra sin tener vergüenza. No le veo nada malo a eso. Ahora con la crisis todos tenemos que ahorrar”, detalla una de las emprendedoras que, con las ventas ayuda en las necesidades de casa.

Una de las particularidades de las ‘pulgueros’ como también suelen llamarse a éstos sitios, es el bajo costo de las prendas de marcas reconocidas que, en una boutique o almacén, llegarían a triplicar su valor, por lo que se fueron una alternativa durante Navidad y ayer también lo era para quienes hoy despiden el año. (MGQ)

Algunos almacenes también han sacado ropa de poca venta para ‘rematarla’ a bajo costo.