“Recuerdo que cuando pequeña, me gustaba jugar a la escuelita y yo era la maestra”, narra.
Dirigir un plantel educativo no es tarea fácil, hay que congeniar con niños, jóvenes, maestros y padres de familia, sin dejar a un lado las relaciones con las autoridades educativas superiores, que mantienen una permanente exigencia para la entrega de documentos.
Esa responsabilidad es mayor cuando se está al frente de una institución, que durante su existencia se ha caracterizado por mantener un prestigio, como es el caso del colegio ‘Luis Vargas Torres’, plantel de larga tradición en la educación esmeraldeña.
En sus 82 años de funcionamiento, Luis Vargas Torres, ha sido dirigido por destacados educadores, además, por sus aulas han desfilado miles de estudiantes, que ahora son maestros, muchos de ellos ya se jubilaron.
Una de esas maestras que se educó en dicho colegio, y que se jubiló, fue Regina Tenorio Cuero, la mamá de la actual rectora, Verónica Lucila Caicedo Tenorio, quien relata diferentes sus facetas de educadora, esposa, madre y poeta.
¿Usted está consciente de la responsabilidad que representa dirigir a la unidad educativa Luis Vargas Torres?
La responsabilidad es grande, tratándose de cualquier plantel educativo, con mayor razón en el caso del Luis Vargas Torres.
¿Cuáles son las razones por las que pone de relieve la dirección de este plantel?
Las razones son varias, por ser uno de los planteles más antiguos de Esmeraldas, el hecho de haber sido el formador de generaciones de maestros, el nombre que lleva. Tengo un motivo adicional, mi madre se tituló de profesora en sus aulas.
¿Acaso el hecho de ser hija de una maestra incidió para que usted siguiera esta profesión?
Creo que sí, no únicamente mi mamá fue profesora, mi padre, ya fallecido, Simón Caicedo Quintero, también fue maestro.
¿Cómo se siente con su profesión?
A pesar de las vicisitudes diarias, me siento muy bien, estoy segura que si volviera a nacer y ser estudiante, con gusto volvería a seguir la carrera de maestra.
¿Desde cuándo le surgió la idea de ser docente?
Desde niña, desde que tengo uso de razón, recuerdo que cuando pequeña, me gustaba jugar a la escuelita y yo era la maestra.
¿Cuántos maestros están bajo su responsabilidad?
En el plantel somos 50 maestros, pero incluyendo el personal administrativo y de servicio, llegamos a 70. Tenemos 1.283 estudiantes.
¿Cuántos años lleva en la docencia?
Ingresé al Magisterio hace 17 años, en la unidad educativa La Inmaculada, hasta el 2014 laboré en dicho plantel. También me desempeñé como maestra y rectora de La Providencia.
Pasé luego a la Unidad Educativa del Milenio de la Primavera, año escolar 2015-2016. En el 2017-2018 fui encargada del rectorado de la unidad educativa Luis Vargas Torres.
EL DATO
Verónica Caicedo nació en un hogar de maestros, es una mujer que inspira confianza.En algunas reuniones de maestros ha recitado, ¿usted también cultiva la poesía?
La poeta es mi mamá, a mí me gusta declamar, aunque también he compuesto algunos versos.
¿Cuándo y dónde nació Verónica Caicedo?
Nací en la ciudad de Esmeraldas, el 5 de junio de 1971, tengo 47 años.
¿Cuántos niños tiene?
Con mi esposo, Luis Lucas Castro hemos procreado dos hijos: David Lucas Caicedo, de 22 años, es militar, y Luis Ángel Lucas Caicedo, de 16 años.
¿Cuántos son sus hermanos?
Somos cuatro hermanos: Diva Caicedo Tenorio, David Caicedo Tenorio, Williams Caicedo Tenorio y mi persona.
Sus estudios, ¿dónde los realizó?
La primaria la seguí en la escuela Mario Leonidas Drouet; la secundaria en el María Goretti y Sagrado Corazón, obtuve el título de bachiller, especialidad Química y Biología. Los estudios superiores lo hice en la universidad Luis Vargas Torres, donde me licencié. Tengo una maestría en desarrollo del currículo, en la misma universidad.
¿Por su condición de mujer negra fue discriminada alguna vez?
No, jamás. Si fui discriminada por mi religión, pertenezco a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días (mormones), cuando dirigía la Providencia, las autoridades superiores de la Iglesia Católica cuestionaron mi presencia al frente de dicho plantel, argumentando que una persona de otra religión no podía estar como rectora.
¿Qué sucedió?
Bueno, me dijeron que podía continuar pero como docente. Les respondí que yo no estaba dirigiendo una iglesia si no un centro educativo. Fue allí que decidí irme a laborar la magisterio fiscal.
¿Aluna vez usted mezcló la religión con lo educativo?
Jamás, siempre me he conducido como profesional de la docencia, muestra de eso es el aprecio que gozo de mis compañeros.
¿Qué significa el magisterio para usted?
Es mi pasión, a pesar del sueldo que percibimos los maestros, me siento realizada, no hay nada mejor que servir a los demás, a los niños y jóvenes. (KLR)