Las enormes piedras colocadas sobre el destruido malecón de la parroquia Súa al sur de la provincia de Esmeraldas, controlaron la fuerza de las olas, la madrugada del domingo. A pesar de ello, el sitio que el sábado fue desalojada la basura dejada por los oleajes, ayer estuvo nuevamente lleno de mucha basura.
La propietaria del restaurant ‘Caracol’, Lidia Guerrero que funcionaba desde hace 40 años, lamentó tener que cerrar su actividad económica, por cuanto su vivienda de tres plantas está a punto de caerse, primeramente afectada por el terremoto del 16 de abril, y ahora por los intensos oleajes.
Ella, desalojó el local junto a su madre de 90 años, y ahora están en acogida en la casa de un familiar. No dejaré mi negocio, porque eso vivo, arrendará un lugar para seguir con mis ventas, aseguró la afectada mujer.
Maquinaria imparable
Desde ayer, maquinaria estatal acuñaba piedras sobre el malecón. Piedras negras y amarillas, se seguían colocando hasta ayer en el lugar. Esa tarea , según algunos habitantes que estaban en el malecón contribuyó para que la madrugada del domingo, el agua no pegue con fuerza sobre el malecón , las viviendas y locales.
Eduardo Lara, quien es dueño del hotel Klinton, ubicado frente al malecón dijo con mucha pena, que eran 18 años desde que montó ese negocio del cual vivía, y ahora quedó con los brazos cruzados.
A pesar de la desgracia, los turistas llegaron a Súa, sea por diversión o por observar la desgracia. La mañana de ayer, mientras las maquinas trabajaban, aun costado del malecón los lugareños y visitantes hacían turismo.