Al interior de este lugar se desarrollan diferentes actividades para contribuir con la emergencia sanitaria.
En los talleres de carpintería reposan sobre las mesas de trabajo las tablas con las que los internos, que trabajan en este lugar, elaboran los ataúdes para ayudar a las personas de escasos recursos que pierdan a un ser querido contagiado por Covid-19. A esta actividad pueden acceder los reclusos de las etapas de mediana y mínima seguridad de la Cárcel Regional de Cotopaxi.
Henry Espín, promotor laboral del centro penitenciario, alista las herramientas y máquinas de trabajo para que, bajo el cumplimiento de todos los protocolos de seguridad, corten, lijen y unan todas las tablas para armar los féretros.
Otro grupo de internos se encarga de tallar los detalles y las cruces que irán en cada uno de los cofres mortuorios. “Es triste saber que un virus está acabando con la vida de muchos ecuatorianos, pero esperamos que nuestra mano de obra les sirva a aquellas familias que no tienen en qué enterrarles a sus seres queridos”, comentó Roviro G., interno.
Mayra Arcos, analista laboral de la Cárcel Regional, explicó que: “todo el eje de tratamiento laboral de este centro de rehabilitación social ha hecho la gestión respectiva para conseguir todos los materiales que se necesitan para elaborar un féretro. Una vez que estén listos serán entregados a las autoridades de la provincia de Cotopaxi para que sean donados a aquellas familias de escasos recursos económicos, que han perdido a un ser querido, víctima del coronavirus”.
Los presos cumplen con esta actividad desde las 08:30 hasta las 11:30; mientras que por la tarde asisten desde las 14:00 hasta las 16:30. El objetivo es poder concluir con este trabajo en el menor tiempo posible.
Los promotores laborales del centro penitenciario hacen un llamado a las instituciones públicas y privadas para que donen la materia prima y se pueda seguir elaborando cofres mortuorios con la mano de obra de los internos. (VHG).
