Raíces de la Provincia

Por: Víctor Hugo Torres

Dentro de 10 años, vale decir en el 2030, se cumplirán 200 años de que el Ecuador nace como República, luego de permanecer por largos 330 años como Colonia de España. Los esfuerzos iniciales de los gobiernos de turno estuvieron concentrados en consolidar un país con tintes separatistas, lo que los mantuvo ocupados por lo menos la mitad de este nuevo período. En un País con poca integración, con un proyecto nacional en ciernes, sin recursos fiscales, la búsqueda del desarrollo se volvió tarea compleja. Es la Revolución comandada por Alfaro la que marca una nueva etapa en nuestra vida como País, porque pone en debate y en disputa armada una nueva forma de entender la sociedad, ahora ya vista como unidad territorial, diferente de los límites que nos mantenían vinculados a Colombia y a Perú. Se puede decir que el Ecuador actual tiene un segundo nacimiento con la Revolución Liberal, con todos los costos que implica una guerra civil, en términos de vidas humanas, económicos, y de relacionamiento social.

Los últimos años del siglo 19 y los primeros del siglo 20 encuentran al país debatiendo la necesidad de construir ferrocarriles en distintos sitios, lo que de paso implicaba adentrarse en territorios que por las circunstancias de la época se habían mantenido al margen, entre los que se encontraban los territorios de los “bosques nacionales” como eran conocidos los territorios comprendidos entre Quinindé, Chone y Alóag.

De esta manera se inicia la presencia en la región, de gentes provenientes básicamente de Quito, vinculados a los gobiernos de turno, que progresivamente adquirían tierras en estos sectores. El primer hito en la visión de independencia administrativa de este territorio lo encontramos en una publicación que circuló en medios legislativos por el año de 1908, que con el título de Santo Domingo de los Colorados: Su Porvenir, José Luis Clavijo vaticinaba que este territorio estaba destinado a convertirse en una nueva provincia del Ecuador. Sin embargo, es recién en la década del sesenta que se presenta ante el país una nueva expresión social. Hasta esa época, los Tsachilas habían recibido la visita, que se volvió permanente, de un puñado de colonos que conformaron una pequeña parroquia, pero se desata el poblamiento como consecuencia del Proyecto de Colonización. Gentes provenientes de todos los sectores de la patria se afincaron acá y tomaron como suyo este territorio y asumieron su conducción. No son muchos, pero fueron suficientes para levantar la bandera de su nueva tierra y ponerla a consideración de la Patria. En medio de ellos, destaca César Fernández, persona formada académicamente, con prestigio de intelectual, inclusive en las esferas del gobierno de Camilo Ponce, con quien había compartido las aulas universitarias. Juntados pensamiento y acción, se arma un equipo para los primeros pasos que nos condujeron hacia el mayor logro político de este pueblo. Vale mencionar en esta fecha a los pioneros, entre los que constan muchos conocidos, como Hólger Polanco; Ramón Chérrez; Gustavo Von Lippke; Kléber Paz y Miño; Gustavo Izurieta; Jorge Iturralde; Humberto Benalcázar; Roberto Bermúdez; Jorge Miño; Angel Guerrero; Galo Luzuriaga; José Jervis; Holger Velasteguí; Miguel Velarde; Mario Naranjo; Marcelo Pascuino; Rosa Vela; Piedad Beltrán. A ellos nuestro homenaje en esta fecha.