Siete años después de la muerte de Diego Moyoloma Parra se da inicio a la instrucción fiscal y se dicta prisión preventiva para los presuntos responsables de su homicidio.
Para la familia Moyolema Parra, el calvario empezó cuando Diego, el hijo menor nunca regresó de la universidad. El martes 30 julio de 2013 llamaron a sus compañeros y fueron a buscarlo pero no encontraron rastro.
Al día siguiente, 31 de julio, el cadáver del joven de 20 años fue encontrado en el parque Montalvo de Baños de Agua Santa a aproximadamente las 09:40. Tenía varios golpes en el cuerpo y hematomas en el rostro.
La madre de Diego encontró a su hijo el 1 de agosto de 2013 en la morgue de aquel tiempo, que estaba en el Hospital General Docente Ambato.
Después del entierro de su cuerpo, la lucha incansable de la mamá por encontrar a los responsables no paró.
Acciones legales
Al principio de las investigaciones, un testigo informó que en la madrugada del crimen vio a cinco personas que entraron a beber en el parque, unas horas después se fueron solo cuatro. Cuando amaneció hallaron el cadáver de Diego.
En medio de la búsqueda de los responsables aparecen unas cámaras de seguridad que captaron al grupo con el que andaba el joven de 20 años. Quienes los vieron empezaron a dar sus versiones y después de las investigaciones de los agentes de la Dirección de Muertes Violentas (Dinased) de la Policía aparecen los nombres de los sospechosos: Alberto T., alias ‘Ajero’, David A., alias ‘Gato’, David L., alias ‘Davincho’ y otro hombre que por el proceso de indagación no se puede revelar su nombre.
Durante estos años no se hizo justicia. Apenas al inicio del mes de julio, el juez multicompetente de Baños acoge el pedido del fiscal del cantón, Eduardo Viteri y extiende las boletas de captura en contra de estas personas, quienes ya están detenidas en la cárcel de Latacunga en Cotopaxi. (APQ)