
SAN LORENZO. Los habitantes y moradores de las poblaciones isleñas, ubicadas en el cordón fronterizo y la Bahía de Ancón de Sardinas, manifestaron que hasta el viernes 22 de abril sintieron las réplicas del terremoto del sábado 16 de abril.
Miembros de los gobiernos parroquiales que visitaron la cabecera cantonal, dijeron que las personas han pasado estos días entre sustos y sobresaltos, “luego del fuerte hamaqueo del sábado 16, hemos seguido sintiendo temblores, unos más fuertes que otros”, aseguraron.
La mayor preocupación para los que viven en islas, a orillas del mar, en llanuras, con todas las tierras bajas, son las presunciones de la ocurrencia de tsunami cada vez que ocurre un terremoto de la magnitud e intensidad como el del pasado sábado 16.
En manos de Dios
“No tenemos para dónde correr, si se producen grandes olas o marejadas estamos en manos de Dios, la ayuda no nos llegaría con la rapidez suficiente para salvar vidas y bienes materiales”.
Algunos pobladores, adultos mayores, todavía recuerdan el terremoto de 1958, que produjo algunas perturbaciones en el mar, “las aguas subían y bajaban de forma descontrolada”, aseveraron.
Poblaciones como Limones, Tambillo, Canchimalero, Santa Rosa, Palmarreal, El Cauchal, Pichangal y otros que conforman el archipiélago ubicado en los dos cantones Eloy Alfaro y San Lorenzo, no tienen lugares altos y están desprotegidas ante un eventual tsunami. (DCG)