
Como parte del programa de optimización del tamaño de las empresas públicas, las dos petroleras estatales han ido reduciendo su personal desde 2018. Esto como parte de la preparación para la fusión de las dos instituciones, que debe completarse hasta el 31 de diciembre de 2021.
En total, las dos estatales, hasta julio de 2019, han desvinculado a 1.000 funcionarios en todos sus departamentos. Los despidos, jubilaciones y renuncias se intensificaron desde mediados de 2018.
Petroecuador ha recortado 492 plazas de enero al 15 de julio de 2019. Desde mayo de 2017, la petrolera ha tenido 1.138 desvinculaciones. En ingresos se registran 609 contrataciones.
Pablo Flores, gerente general de Petroecuador, comentó que no hay un estimado de despidos hasta diciembre, pero aseguró que continuarán las salidas.
El ahorro en remuneraciones, de septiembre de 2017 a junio 2019, gracias a las desvinculaciones, ha sido de $226.066,50. El gasto mensual en sueldos, sin otras bonificaciones, asciende a $6’789,766.16. El total es de 3.939 empleados aún en nómina.
En Petroamazonas, la nómina a mayo de 2017 era 7.610. Pero para junio de 2019, se redujo a 6.914. La meta para diciembre de 2019 es llegar a un tamaño de 6.849 empleados. (JS)