El Ministerio de Educación anunció en mayo del 2018 la publicación de un acuerdo que regula el peso de la mochila escolar, la misma que según la institución debía equivaler al 10% del peso corporal del estudiante.
La medida obedecía a un pedido realizado por padres de familia para precautelar su salud integral y evitar que sufran lesiones musculares o articulares en la espalda por el exceso de peso.
Esta decisión se tomó luego de varios estudios que señalan que el peso de la mochila no deberá ser mayor del 10% del peso corporal en el caso de los alumnos de Educación General Básica preparatoria, elemental y media, es decir, de primero a décimo año de educación básica.
Para los estudiantes de Educación Básica Superior de primero a tercer año de Bachillerato, el peso de la mochila será del 15% del peso corporal del alumno.
Sin embargo, durante los últimos 16 meses desde que se aprobó esta medida los padres no notan cambios y aseguran que las instituciones educativas, maestros y autoridades olvidaron el decreto.
“Yo veo que mi hijo sigue llevando una mochila que es muy difícil de cargar. A diario debe tener consigo de cuatro a seis libros, además de los cuadernos, los lápices y otros requerimientos”, comentó Lorena Guerra, madre de familia.
Destacó que en las instituciones se debería proporcionar a los estudiantes casilleros para que puedan dejar los útiles que no usan o a su vez que las materias puedan alternar el uso de los libros.
Para Joselyn Parreño, estudiante de segundo de bachillerato el peso no ha cambiado. “ Al final del día duelen los hombros ya que uno debe llevar la mochila de aula en aula, caminar, subir al bus y esto es muy pesado”, dijo. Destacó que tanto ella como sus compañeros han intentado disminuir el peso pero esto no se ha podido, “ lo que más pesa son los libros y diccionarios”.
Uso de faldas
En el caso del uso de las faldas, en abril del año pasado el Ministerio de Educación, también aprobó mediante acuerdo que el uso de falda para las estudiantes sea opcional, es decir, que esta prenda no sea obligatoria, por ningún motivo, para asistir a clases ni para otros actos oficiales.
Esta disposición se emitió el 5 de abril como parte de los lineamientos para el uso de uniformes escolares en los planteles públicos, municipales, fiscomisionales, particulares del país, sin embargo hasta el momento pocas instituciones han dado opciones para esta medida.
En un recorrido realizado por este medio de comunicación, de cinco unidades visitadas en el centro de la ciudad ninguna tenía estudiantes usando pantalones y, a decir de las alumnas, no saben si pueden usar algún pantalón.
“En los lugares donde venden uniformes solo hay la falda y de parte del colegio no nos han dado opciones para usar algo que sea parte del uniforme”, comentó Camila Rodríguez, estudiante de una unidad educativa particular.
Rodríguez dijo que sería bueno que puedan usar alguna opción o que se les permita asistir con el calentador los días que hace mucho frio, “en la ciudad hay días que amanecen bajo cero y si uno asiste sin el uniforme le toca ser sancionado”.
El Acuerdo establece también que el uniforme debe mantener el diseño existente, respetando los colores, distintivos y logos.
También los estudiantes deben utilizar el uniforme de acuerdo con lo previsto en el Código de Convivencia de la institución y no usar artículos extraños a este. (NA)