Conociendo las costumbres de Imbabura
Por ser buen tejedor y estar familiarizado con esta actividad, el otavaleño reconoce cuál es el poncho tejido en telar de cintura.
Segunda Parte
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Los tejedores tienen aptitudes para distinguir quién usa una prenda de alto precio y quien lleva una de menor valor, como es el caso del poncho elaborado en la fábrica.
Otra consideración a tomar en cuenta es que la manufactura del poncho de dos caras se hace sólo por encomienda, para las élites, por lo que no hay una producción alta que pueda ser determinante para obligar a bajar el precio del producto. El tejedor de ponchos es uno de los pocos artesanos que producen para su propio grupo étnico, sin depender de los complejos procesos de comercialización que impone el comprador foráneo o el turista.
La Provincia de Los Lagos
Se la conoce como la Provincia de Los Lagos por albergar varias formaciones de agua aptas para la pesca y los deportes de aventura.
Situada en la Sierra Norte del país, Imbabura cuenta con un agradable clima seco y una temperatura que oscila alrededor de los 18 grados centígrados. Su producción artesanal ha hecho que sus habitantes indígenas, principalmente los Otavalos, sean conocidos en todo el orbe. La Reserva Ecológica Cotacachi-Cayapas es, así mismo, parte de sus riquezas.
La capacidad hotelera de Imbabura es una de las más importantes del país.
Imbabura y la ciudad Blanca
De calles adoquinadas y casas coloniales, Ibarra, conocida como la Ciudad Blanca, es una de las ciudades más visitadas en el norte del país. Su casco antiguo presenta construcciones de una sola planta, pintadas de blanco, que rodean a los parques Moncayo y La Merced, muy ornamentales y bien cuidados.
En las Universidades Católica y del Norte, así como en la Casa de la Cultura y el Colegio de Arquitectos, es posible visitar exposiciones de arte. También hay museos con muestras arqueológicas, numismáticas, minerales, filatélicas y paleontológicas, entre otras. La urbe cuenta con infraestructura hotelera, bares y restaurantes con comida típica. Alrededor de Ibarra y en toda la provincia de Imbabura, hay bellas hosterías modernas y antiguas, que acogen a los visitantes en los bellos rincones de esta parte del país.
Mercados indígenas
Imbabura es conocida principalmente por sus mercados artesanales. El más importante es el de Otavalo, donde cada sábado se congregan decenas de comunidades en la Plaza de los Ponchos, para exponer su trabajo textil.
Su técnica para la elaboración de vestidos, cobijas y tapices, viene desde la época de la Colonia. Igualmente, se encuentra otro tipo de trabajos como arte naif, cerámica, accesorios para el cuerpo, joyas, bolsos, etc.
Al Suroeste de Ibarra está Cotacahi, conocida como la “Capital Musical del Ecuador”, es rica en la elaboración de artículos de cuero. Pequeñas y grandes tiendas en el centro del poblado, exhiben finas confecciones en este material. Los fines de semana son los mejores para conocer el arte de la talabartería.
Cascada de Peguche
Muy cerca de Otavalo se encuentra la población indígena de Peguche, conocida por su impresionante caída de agua y sus grandes bosques de eucaliptos.
Del páramo a la selva
Constituye un destino obligado para el turista que se adentra en los Andes. A pocos minutos de Cotacachi, se encuentra la laguna de Cuicocha (3.068 msnm), parte importante de la Reserva Ecológica Cotacachi-Cayapas. Los paseos en lancha alrededor de dos pequeñas islas que se hallan en medio de esta formación de agua, permiten conocer muy de cerca la flora y fauna del sector, donde hay colonias de aves.
El área protegida comprende, además, bosques húmedos y páramos con especies herbáceos, lianas y helechos.
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Lagunas
- Imbabura es la provincia de los Lagos. A cuatro mil metros de altura las Lagunas de Piñán son ideales para la caza y la pesca. Otras formaciones, que además son preferidas para acampar, son las Lagunas de Mojanda: Caricocha, Huamicocha y Yanacocha. Sobrepasan los 3.500 metros de altura y se encuentran hacia el sur de Otavalo.
- Para navegar y hacer velerismo, el Lago San Pablo, junto al pueblo del mismo nombre, se extiende en medio de comunidades indígenas, vegetación con plantas de totora y antiguas hosterías que ofrecen diversión, descanso y deliciosa gastronomía. Su altitud sobrepasa los 2.500 metros. La Laguna de Yahuarcocha, en cambio, guarda una leyenda que dice que sus aguas se tiñeron de rojo tras un enfrentamiento entre los Caranquis y los Incas. En la actualidad está rodeada por un autódromo donde se realizan competencias nacionales e internacionales.