
BABAHOYO •
Una jornada de protestas y manifestaciones fue lo que se vivió la mañana de ayer en la parroquia rural La Unión, perteneciente al cantón Babahoyo.
Con quema de llantas y gritos los ciudadanos que a diario hacen uso de la vía La Unión-Potosí mostraron su descontento por los inconvenientes que a diario tienen que soportar al transitar por esta zona.
Según el líder de la zona, Manuel Campusano, el polvo es el mayor inconveniente que se registra en los 11 kilómetros que comprende esta arteria vial que comunica a la población comercial, con un sinnúmero de zonas productivas de la localidad. “Los carros que entran y salen por este sector bañan en polvo a toda la comunidad, ya que tanto motos, volquetes y demás vehículos transitan a una velocidad impresionante. Lo peor de todo es que las madres de familias que caminan por esta vía con sus hijos resultan afectadas con enfermedades respiratorias y pulmonares”, refirió Campusano.
Quejas
De su lado, el morador Freddy Contreras denunció que la empresa adjudicada para el desarrollo de las tareas no contaría con las maquinarias adecuadas para la correcta ejecución de las labores. “Es por ello que no se estaría cumpliendo con el contrato establecido para entregar esta vía. Según el documento, la obra cuenta con un plazo de 12 meses para ser entregada, las tareas iniciaron en diciembre de 2014 pero ahora ya estamos a poco tiempo de que se cumpla el término, y los trabajos apenas han avanzado en un 40%”, refirió el babahoyense.
Debido a dicha situación, un grupo de moradores procedieron a cerrar la vía mediante la quema de llantas, con el propósito de ser escuchados y en lo posterior atendidos. Aunque por otro lado, los habitantes de La Unión decían que lo irónico es que esta misma vía sirve para la extracción de material pétreo de varias minas ubicadas en el sector. “No puede ser posible que utilicen este camino para atender a otras comunidades, y a nosotros mismos que somos de aquí no se nos dé prioridad”, señaló Ruth Garcés.
Reacciones
En ese sentido, la presidenta del Gobierno Parroquial de La Unión, Trinidad Peralta, mostró su respaldo a la acción que tomó la ciudadanía, manifestando que efectivamente
el malestar existe.
“Hemos venido solicitándole por reiteradas ocasiones al contratista de la obra que el trabajo avanza pero a pasos lentos, así que lo que queremos es mayor agilidad y se empiece de inmediato con el asfaltado, ya que si llegan las lluvias las tareas no podrán ser concluidas”, dijo.
De su lado, el coordinador de estudios y proyectos de desarrollo de la Prefectura, Roger Salazar, informó que se escuchó a la población y acordaron en realizar un nuevo estudio para determinar si la carpeta asfáltica es o no lo bastante resistente para soportar el flujo vehicular pesado que atraviesa por esta arteria vial.
“Vamos a hacer un rediseño para dependiendo de ello, si el tráfico supera los 150 vehículos pesados diariamente presentaremos una reevaluación del mismo y presentárselo al Prefecto para que se puedan colocar unas dos pulgadas más de asfalto diseñada para no menos de cuatro años”, explicó Salazar. (NDA)