Obligados a guardar sus furgonetas hasta el próximo año lectivo

SITUACIÓN. El transporte escolar sufre la crisis sanitaria, por motivo que no trabajarán por varios meses, debido a que las clases serán de forma virtual.
SITUACIÓN. El transporte escolar sufre la crisis sanitaria, por motivo que no trabajarán por varios meses, debido a que las clases serán de forma virtual.

La resolución del Ministerio de Educación de terminar las clases de manera virtual dejó con más de una preocupación al sector del transporte escolar.

Redacción IBARRA

Varios son los sectores que se han visto afectados por la emergencia sanitaria que vive el país. Uno de ellos es el transporte escolar e institucional, que en varios casos era el sustento de hogares, en el cual con la disposición de terminar el año escolar de manera virtual temen irse a la quiebra.

Fernando Barreno, presidente de la Unión Provincial de Imbabura de Transporte Escolar e Institucional, mencionó que ya se encontraban afectados cuando se suspendieron las escuelas y colegios el 13 de marzo, por la emergencia sanitaria, pero ahora la situación se complica más porque las clases se desarrollarán de forma virtual hasta el mes de junio, lo que imposibilitará que vuelvan a trabajar hasta el próximo año lectivo, dependiendo, de igual manera, de cómo esté la situación en esas fechas.

“Tenemos ya varias semanas sin trabajar. En marzo se trabajaron 13 días y se cobró cierta parte, no el total. Ahora esto nos va a llevar a la quiebra, porque este mes, mayo y junio, que eran los que restaban de clases, no vamos a trabajar”, agregó.

Inconvenientes

Son 325 unidades de transporte escolar e institucional las registradas en Imbabura. Un 10% de esta cifra se dedica al traslado de personas que laboran en florícolas, que también están en crisis, o en empresas como Panavial, ECU – 911; mientras que el restante moviliza a estudiantes, los cuales serán los más afectados.

“Para nuestra modalidad esto es brutal”, dijo el dirigente, pues menciona que de aquí ellos tendrían que esperar a septiembre, cuando se inicie el nuevo año lectivo, para retomar sus labores, siempre y cuando la pandemia lo permita.

El dinero que han podido ahorrar, en algunos casos, es lo que les permite sobrevivir en esta cuarentena, pero aclaró que esto no les durará mucho tiempo. También les preocupa el pago de deudas, ya que algunos mejoraron sus unidades recientemente y están cubriendo aún esos créditos, pero ahora sin ingresos.

Se mencionó que varios socios, para dar un servicio de calidad, renovaron sus unidades, por lo que el pago mensual en ciertos casos es de 950 a 1.300 dólares, mientras que los ingresos mensuales por traslado eran de un aproximado de 35 a 40 dólares por estudiante, que ahora se refleja en cero.

“Por esta situación mis compañeros y yo estamos al borde de la desesperación”, apuntó.

Situación

Santiago Román, chofer de una buseta escolar que cumple sus recorridos en la ciudad de Ibarra, mencionó sentirse preocupado por esta situación, porque tiene incertidumbre de cuándo todo volverá a la normalidad y de cómo pagará las deudas adquiridas, ya que no podrá trabajar por un determinado tiempo.

Aproximadamente 325 unidades de transporte escolar e institucional tiene Imbabura. “El Ministerio prácticamente nos acabó de matar. Sí es una buena decisión por la seguridad de los estudiantes e incluso nuestra, pero lastimosamente debemos trabajar para vivir y con esto es prácticamente imposible”, agregó.

Desde los conductores, desde la Unión Provincial, se pide al Gobierno que se busque la forma de ayudar en el pago de deudas adquiridas y que también se les permita, una vez que se normalice la situación, realizar viajes de turismo o traslado de personas de una provincia a otra, para poder generar ingresos. Además solicitan acceso a créditos flexibles. (FCDL)