Unión Europea adopta nuevo paquete de sanciones contra Rusia

El presidente ruso, Vladímir Putin, en una imagen del 21 de febrero de 2023. EFE/EPA/MIKHAIL METZEL / SPUTNIK / KREMLIN POOL MANDATORY CREDIT

Putin, y sus delegados ante el bloque europeo, han asegurado que las sanciones son ilegales y causarán un grave daño al comercio.

La Unión Europea adoptó este sábado 25 de febrero el décimo paquete de sanciones contra Rusia, que incluye, entre otras cuestiones, un veto a la exportación de tecnología de uso militar y medidas contra empresas iraníes que suministran drones a Moscú.

Los Veintisiete llegaron a un acuerdo a nivel de embajadores este viernes «in extremis», coincidiendo con el primer aniversario de la guerra en Ucrania, y se dieron hasta las 11.30 horas de hoy para refrendar lo pactado. Las sanciones serán publicadas en las próximas horas en el Diario Oficial de la UE como último paso.

«Ahora tenemos las mayores sanciones nunca impuestas, agotando el arsenal de guerra de Rusia y mordiendo profundamente su economía. También estamos aumentando la presión sobre aquellos que intentan sortear nuestras sanciones», destacó en Twitter la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

«El décimo paquete de sanciones está adoptado», celebró en la misma red social el alto representante de Asuntos Exteriores de la UE, Josep Borrell, quien añadió que el bloque «sigue comprometido en su determinación para hacer mella en la máquina de guerra de Rusia».

Las negociaciones entre los países de la UE se habían atascado en las últimas horas por el volumen de las cuotas de goma sintética que los Estados miembros podrán importar desde Rusia, ya que Polonia quería rebajarlas, aunque finalmente el acuerdo llegó tras más de veinticuatro horas.

El paquete acordado incluye, por ejemplo, restricciones más estrictas a la exportación de tecnología y productos de doble uso, medidas restringidas selectivas contra personas y entidades que apoyen la guerra, difundan propaganda o entreguen drones utilizados por Rusia en la guerra.

También incluye 47 componentes electrónicos que Rusia puede utilizar en sus sistemas armamentísticos, como pueden ser drones, misiles y helicópteros, de tal manera que teniendo en cuenta los nueve paquetes anteriores se habrán prohibido ya todos los productos tecnológicos encontrados en el campo de batalla.

El décimo paquete de represalias contra el Krémlin sanciona también a siete empresas iraníes vinculadas a la Guardia Revolucionaria que fabrican los drones que Teherán está dando a Moscú para bombardear Ucrania e inicia el procedimiento para suspender las licencias de emisión a RT Arabic y Sputnik Arabic.

«Están bajo el control directo o indirecto de forma permanente por parte de la cúpula de la Federación Rusa y han sido utilizados por ésta para sus acciones continuas y concertadas de desinformación y propaganda de guerra», explicó el Consejo de la UE en un comunicado.

Las nuevas medidas incluyen a 121 individuos y empresas rusas, entre ellos a miembros del Ejército «responsables de la deportación y adopción forzada de al menos 6.000 menores ucranianos», destacó Borrell. «Esta es una clara violación del derecho internacional, incluida la convención de Ginebra», como planteé en el Consejo de Seguridad de la ONU, explicó.

Sanciones ilegales y con grave impacto en el comercio

La delegación rusa ante la Unión Europa ha denunciado este domingo que el décimo paquete de sanciones de Bruselas es ilegal — como considera a todos los anteriores — y, en esta ocasión particular, y dado el amplio carácter comercial de algunas de las restricciones, suponen una amenaza para el tránsito internacional de bienes y servicios.

«Estas sanciones, como todas las demás, han sido adoptadas sin la aprobación del Consejo de Seguridad y, por lo tanto son ilegales», según ha lamentado la representación rusa en un comunicado publicado en su página de Facebook. «Su respeto a la Carta de Naciones Unidas es solo de boquilla», ha añadido.

Rusia, en esta ocasión, critica que las sanciones afectan por vez primera al tránsito de ciertos bienes a través del territorio de la Federación Rusa en lo que ha descrito como un intento de «presionar a terceros países que se nutren de los mismos».

El último paquete de sanciones de la UE, cabe recordar, ha vetado exportación a Rusia de componentes, antenas, grúas y vehículos especiales, así como piezas para camiones y motores. También se limita la exportación de componentes electrónicos de doble uso civil o militar en sistemas de armas, drones, misiles y helicópteros, y se impone una restricción a la importación de productos industriales rusos como el asfalto o la goma sintética.

Esta decisión, añade Rusia, «no resulta tan perjudicial para Rusia como para el comercio internacional en general porque genera obstáculos artificiales en las rutas comerciales más propicias para el envío de productos que han tardado años en ser desarrollados».

Rusia, como ha avisado en otras ocasiones, «desde luego que no va a dejar sin respuesta este décimo ‘paquete'», pero ha asegurado que sea cual sea, no «empeorará la situación económica de los europeos» al contrario de lo que hace Bruselas con el bienestar de la población rusa, concluye la misión. (EFE/EP)