Redacción IMBABURA
Las escenas que se vivieron el martes (23 de febrero), en varias cárceles del país, encendieron las alarmas en todo el sistema penitenciario nacional.
A pesar de que en Ibarra no se reportaron desmanes, ayer, en las afueras del principal centro penitenciario de Imbabura, militares ejecutaron operativos, principalmente enfocados en revisar a los automotores que transitaban por calles aledañas.
En la intersección de la Borrero y Salinas, a eso de las 15:00, se apostaron los uniformados, donde hacían parar la marcha de los carros, para inspeccionar a sus ocupantes, el interior y exterior del vehículo, con el afán de controlar el transporte indebido de armas o municiones.
Desde marzo de 2020, cuando comenzó la pandemia, las calles aledañas a la cárcel de Ibarra permanecen cerradas. Hasta el cierre de esta edición, los controles no arrojaron mayores novedades, pero se afirmó que los operativos serán permanentes, al menos hasta que la situación en los centros penitenciarios cambie.