Menores embarazadas se quedan solas tras el parto

El embarazo en niñas, realidad que crece en el país
SERVICIO. Las niñas son atendidas en centros de salud y hospitales públicos donde dan a luz.

El estudio de la Fundación Desafío establece que las menores tienen que afrontar una maternidad forzada.

El Código Penal considera como delito a toda relación sexual con niñas menores de 14 años. Quienes quedan embarazadas producto de esas violaciones se someten a una sola opción: ser madres. Esa es la conclusión a la que llegó la fundación Desafío en su estudio sobre la situación de la ‘maternidad forzada en niñas del Ecuador’.


Tras 15 entrevistas y 139 historias clínicas de las niñas-madres, el estudio concluye que, “debido a que el Estado no ha creado política pública para resolver la violencia a las que están expuestas en su entorno familiar, donde se produce la mayoría las violaciones, las niñas quedan sometidas a un modelo de maternidad, donde siguen siendo violentadas”.


Virginia Gómez, presidenta de la fundación, explicó que las menores de 14 años son vulneradas en su derecho a la salud física, mental y social, y que no existe un programa que les permita superar la etapa traumática. “Están en un limbo de las políticas sociales”, afirmó.


En el país, “la tendencia del porcentaje de partos de niñas de 10 a 14 años se ha incrementado desde 2002 hasta 2010 en aproximadamente un 78,1%”, señala la publicación ‘Vidas robadas’.


De acuerdo con las bases de datos de nacimientos entre 1990 y 2014 del Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC), en 2002 hubo 1.140 nacimientos de niñas entre 10 y 14 años, lo que para 2010 subió a 2.123. La estadística más alta se registró en 2012, cuando hubo 2.394 ‘embarazos infantiles’.


Realidad latente


“A veces sí me pongo a pensar y quiero retroceder el tiempo y no haber conocido a esa persona. Yo siempre le decía a mi mami que quería embarazarme a los 25 años. Sí, estaba bastante triste por el embarazo”, señala Lis., de 14 años, en el estudio.


Las niñas están en una situación de vulnerabilidad por su corta edad para el embarazo, su género y su condición socioeconómica, confirma el documento.
“Me quedé espantada porque decía: ‘¿Y ahora qué hago yo con un hijo?’. He llorado porque cuando estaba embarazada no sabía qué hacer”, cuenta Da., de 14 años, en la publicación.


Ella fue violada por su primo en segundo grado, a quien solo vio un mes y después nunca más apareció. Su hijo falleció después de tres meses, sin un diagnóstico claro. “No estaba feliz cuando nació mi bebé, yo la dejaba ahí, no me importaba que se caiga, la dejaba ahí, ni la miraba, yo miraba a otro lado”.


Las niñas que son madres reciben atención en el parto en los centros de salud donde se preserva su vida y la de su hijo, después se les coloca un implante subdérmico que previene el embarazo entre tres y cinco años.


Sin embargo, no hay más atención, alertó Gómez, quien insistió que ellas dejan de identificarse como niñas debido a que la sociedad les imponen que tienen que ser buenas madres.


Contraparte


Este Diario solicitó información al Ministerio de Salud sobre los programas de atención para las niñas menores de 14 años que son madres, pero hasta el cierre de esta edición no tuvo una respuesta.


También se envió un pedido al Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), donde se informó que “dentro de las competencias del MIES no tenemos este tema”. (AGO)


Cifras de las madres menores de 14 años
Según las historias clínicas analizadas en el estudio

° El 82% son embarazos no deseados/no planificados.

° El 71% de los casos presentan complicaciones en el embarazo.

° El 53% de las pacientes son dadas de alta con el implante subdérmico colocado.

° En el 51% de los casos, los padres de los recién nacidos son mayores de edad.

° 66 de 139 historias clínicas reportan que las niñas se dedican a quehaceres domésticos.

139
historias clínicas se analizaron.

El dato
El estudio fue presentado ayer en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales y en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.