El Gobierno inició el año con el mismo desafío de gestionar unos recursos fiscales escasos frente a las múltiples demandas de todos los sectores de la sociedad. Ante ese problema crónico de iliquidez, se tuvo que recurrir a más deuda pública.
Así, en enero, se consiguió financiamiento a través de la emisión de 386 millones de dólares en bonos de deuda interna y 40 millones en bonos internacionales. A su vez, en febrero, el mayor monto vino de 360 millones en bonos negociados en los mercados de capitales externos. Según Fausto Ortiz, exministro de Economía, eso está relacionado a los créditos de vivienda que están impulsando las autoridades.
Otros valores importantes conseguidos este mes son 51 millones de organismos multilaterales y 99 millones del sector financiero privado.
Además de hacer frente a los gastos normales para el funcionamiento del Estado, e ir pagando deudas pendientes de 2019, en enero de este año se tuvo que desembolsar 231 millones por concepto de amortización de la abultada deuda que ya tiene el país.
Se sigue la misma senda
En 2020, según la proforma enviada a la Asamblea, se necesitarán alrededor de 6.600 millones de financiamiento interno y externo. Pero, según analistas como Jaime Carrera, miembro del Observatorio de la Política Fiscal, las necesidades son mucho mayores, debido a la sobreestimación de ingresos, que llegarían a 11.000 millones.
EL DATO
En los primeros 36 días de 2020, el Riesgo País aumentó 322 puntos y supera ya los mil dígitos. El desbalance puede ser mayor del previsto, sobre todo, tomando en cuenta que el precio del petróleo, en los últimos días, ha caído por debajo de los 51,3 dólares presupuestados en 2020.
En el mejor de los casos, sin tomar en cuenta la importación de derivados de crudo, el déficit fiscal llegaría, a criterio de Ortiz, a los 4.049 millones, es decir, apenas 8 millones menos que el resultado de 2019. (JS)