Los ‘voceros’ se ganan la vida con su garganta

Trabajo. Isaac Ramos se ha dedicado a esta labor por más de cinco años.
Trabajo. Isaac Ramos se ha dedicado a esta labor por más de cinco años.

Estas personas trabajan en la principales paradas de buses de la ciudad.

Entre el ruido de los carros que transitan por las principales avenidas de la ciudad, varias voces se abren espacio con el afán de informar a los transeúntes el destino de los buses que se acerca a la parada.

Bajo el sol o la lluvia, estas personas diariamente se ganan la vida como voceadores por 25 centavos, o unas monedas más “según la voluntad del chofer”.

Isaac Ramos, todos los días empieza sus labores a las 06:30, usando una gorra para protegerse del sol, y un canguro donde guarda las monedas que le dan junto a una pequeña lista que utiliza para no olvidar los números de los buses para los que trabajará en el día.

El tiempo transcurre, la gente sale de casa a sus actividades diarias y él continúa con la voz intacta realizando su trabajo, caminado de un lado al otro y contando siempre las monedas que logra recaudar, las cuales en el día suman siete u ocho dólares.

EL DATO
Entre siete y ocho dólares diarios se obtiene trabajando de esta manera.Según comenta Isaac, en el trabajo se ha encontrado con buenos colegas, quienes se acercan a conversar con él “me conoce mucha gente, llevo más de cinco años trabajando en esto”, comentó. Su familia ha dependido únicamente esta labor, el estudio de sus hijos, su alimentación, su vestimenta y todos los gastos que genera han llegado a su bolsillo gracias a su garganta.

Cansancio

Alejado del centro de la ciudad, Wilmer Nazareno con 68 años de edad continúa con la profesión que aprendió desde niño, el paso de los años no le ha desgastado su garganta, pero su rostro ya refleja cansancio, “trabajo solo en las mañanas”, comentó, lo que le genera más o menos cinco dólares de ganancia.

Sentado en la parada de buses que se encuentra en el mercado Simón Bolívar, pacientemente espera el paso de las unidades de transporte urbano, el sol y la lluvia no le preocupan dijo, pues ya está acostumbrado al clima de la ciudad, así como a la gente que lo saluda frecuentemente.

Realidad

Según Isaac Ramos, en el parque 12 de Noviembre donde labora a diario, siete personas se dedican al mismo trabajo, incluso niños eventualmente llegan para ganarse unas monedas en las paradas de buses, anque aseguró que esta situación no es usual, dijo que la mayoría de veces los pequeños que llegan son sobrinos o familiares de los mismo choferes.

“No les decimos nada, ellos también buscan ganarse la vida como nosotros”, dijo.

Según Isaac el poco dinero que gana le ayuda a seguir adelante junto a su familia esforzandose siempre para que sus hijos tengan un mejor futuro. (RMC)