Son pocas las parejas que comparten, adem de la vida de familia, la profesi, m a que sean socios y en un ea tnica, como la construcci.
Diego del Castillo y Lucy Arellano son arquitectos, esposos y socios en una empresa de dise arquitectico. «Nos ha servido mucho ser de la misma profesi. Eso ayuda bastante, porque hay que reconocer que el sexo femenino tiene mucha intuici», dice Diego del Castillo.
Como complemento de eso tambi estla afinidad que los dos empresarios tienen por su actividad. Y tambi el amor que transmiten a las obras que construyen.
«Le debo mucho de lo que soy, por no decir todo, a mi esposa. Es ella la que me ha ayudado, me ha impulsado, me levanta la autoestima», afirma este arquitecto que ocupa la presidencia de la Cara de la Construcci de Quito.
Tener ese cargo, por tercer perdo, hizo que por un momento «los esposos constructores» se alejaran de la actividad. La retomaron en octubre timo.
Del Castillo no se hace problema. se mantiene al frente de la Cara, mientras que desde el hogar, su esposa trabaja en el dise de los proyectos, y no deja de lado su simpat, la amabilidad y la buena conversaci.
Trabajo de 30 as
Diego del Castillo comenzen la actividad empresarial cuando estaba por terminar sus estudios universitarios. Fue en 1974 cuando con cuatro comparos conformaron la empresa «Diedi». En 1979, se quedso y con su hermano formaron la «Constructora del Castillo», con la que emprendicomo contratista natural.
Fue el constructor del Hospital Pablo Arturo Suez y del Leprocomio Julio Endara, y de dispensarios micos.
Tambi fue funcionario del Municipio de Quito, del desaparecido Instituto Ecuatoriano de Obras Sanitarias, asesor parlamentario y dirigente de Sociedad Deportiva Aucas. En la Cara de la Construcci fue director y presidente de los tribunales Electoral y de Honor.
En 1983 constituyuna constructora familiar, que con el tiempo le permitifinanciar los estudios de sus hijos y formar un hogar estable y lleno de amor y comprensi.
Una historia de viajes
Construir una obra no solo es estar al frente de ella, dirigidola. Los esposos Del Castillo-Arellano saben que va m allde la simple presencia.
Durante la dada de los 90, estaban al frente de proyectos de construcci en Ibarra y Tulc. Para cumplir con su trabajo tenn que viajar desde Quito en las madrugadas y regresar a esta ciudad en las primeras horas del d siguiente.
«El viaje lo hacmos durante tres ds a la semana; dos ds en Quito preparamos la documentaci en la oficina», cuenta el arquitecto Del Castillo.
Intimidad
Familia
Cinco hijos, una nieta y un mismo oficio.
Los hijos de los arquitectos Diego del Castillo y Lucy Arellano son: Diego Patricio, Mar Bel, Carlos Andr, Mar Gabriela y Jaime Camilo.
La nieta se llama Antonia.