Lloran el asesinato a sangre fría de Kattya

HECHO. El terrible hecho ocurrió en una piladora de la parroquia San Carlos, Quevedo.
HECHO. El terrible hecho ocurrió en una piladora de la parroquia San Carlos, Quevedo.

La joven de 24 se habría defendido de un presunto ladrón cuando fue apuñaleda.

Redacción QUEVEDO

La cuarentena, el distanciamiento y las mascarillas quedaron en un segundo plano para los familiares de Kattya Basurto Guzmán, de 24 años, quien fue asesinada a puñaladas por presuntos delincuentes en la parroquia San Carlos, jurisdicción Quevedo. En videos, filtrados en grupos de WhatsApp, se puede observar una desgarradora escena. La madre de Kattya, Maricela Guzmán, en medio de la calle, llorando desconsoladamente y gritando al cielo. Pidiendo una explicación por la muerte de su hija, quien se encontraba ensangrentada en los asientos traseros de un vehículo color rojo.

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Luego de unos minutos y de tanto pedir al cielo, la mujer se desmayó. Un hombre trató de consolarla y le colocó agua en la cabeza para que reaccionara. En otro video se puede ver cómo paramédicos intentaban que reaccionara, pero ya era demasiado tarde. Había muerto.

El encargado del departamento de Dirección Nacional de Delitos contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestro (Dinased) de Quevedo, Óscar Puebla, indicó que la víctima se encontraba trabajando en la piladora La Espiga, ubicada en la parroquia rural San Carlos, cuando fue interceptada por presuntos delincuentes, quienes, presuntamente, intentaron robarle sus pertenencias. “Aún no se tiene identificado a los culpables, pero según testigos, hubo un forcejeo por una cartera, fue allí donde la chica ha recibido las puñaladas, la autopsia determinará dónde fue afectada”, informó.

En la página de Facebook de Kattya fueron posteadas varias condolencias. Es recordada como una chica trabajadora y alegre. Recién se había graduado de la universidad. “Hay personas que dejan de ser tus amigos y se convierten en esos hermanos de otra madre…”, posteó Briggette Chiacaiza en su muro.

La Asociación Sindical de Trabajadores Agrícolas Bananeros y Campesinos (Astac) también envió sus condolencias a su madre, pidiendo a la vez justicia a la Fiscalía y a la Policía para poder hallar a los culpables.

Su esposo, Edwin Vinicio Toapanta, fue asesinado en julio del año anterior en el sector Cruz María, en el cantón Quevedo. Sus clientes lo dejaron muerto dentro de un taxi. Ahora, la muerte de ambos deja a un niño en la orfandad. (EHL)

VIDEO. Su madre lloró desconsolada al ver el cuerpo de su hija sin signos vitales.
VIDEO. Su madre lloró desconsolada al ver el cuerpo de su hija sin signos vitales.