“Aun cuando estamos viviendo un momento muy difícil a escala nacional, la gente sigue sin hacer conciencia de la importancia de respetar al prójimo”, dijo Leonor Santamaría, quien tuvo que cruzar corriendo la Panamericana Norte, a la altura del partidero a Píllaro, para evitar ser golpeada por un vehículo que circulaba a gran velocidad por la zona.
Ese es el malestar de muchos peatones que, a causa de la emergencia sanitaria, deben caminar para poder dirigirse de un punto de la ciudad a otro y se encuentran con que deben tener mucha precaución pues los conductores irrespetan los límites de velocidad establecidos en la ley.
Helena Cando, cuenta que ella y su hija salieron, la mañana de lunes 11 de mayo, a hacer compras y tuvieron que regresar a su casa en Pondoa y un automóvil rojo casi las atropella en la Panamericana Norte.
“No lo vimos venir, solo escuchamos el soplido del carro y el pito pero nada más”, señaló la mujer de 48 años.
Detalles
El límite máximo de velocidad para vehículos livianos, motocicletas y similares en sector urbano es de 50 kilómetros por hora y el rango moderado es de 50 a 60. En el sector perimetral es de 90 kilómetros.
Para vehículos de transporte de carga, el límite de velocidad máxima en el sector urbano es de 40 kilómetros y el rango moderado es de 40 a 50; en el sector perimetral es de 70 kilómetros y el rango moderado va de 70 a 95.
Para Raúl Mejía, que vive a la entrada a Picaihua, señala que ellos han pedido a la Dirección de Tránsito que realicen controles en la zona y acuden por lo menos una o dos veces a la semana, pero no es suficiente por la cantidad de vehículos que circulan a diario por esa zona.
Por su parte Vicente Ordóñez, sociólogo, señaló que esto no se trata de controles, pues no puede haber un Agente de Control de Tránsito en cada esquina verificando que se respete la ley, pues esto es una cuestión de conciencia ciudadana y hacia allá hay que apelar, para que quienes van en un vehículo hagan conciencia de lo importante que es respetar los derechos de los demás. (NVP)