Quito, EFE
El presidente Lenín Moreno entregó este miércoles 305 viviendas a familias pobres y que beneficiará a 1.140 personas de una localidad de la provincia costera de Santa Elena, como parte del programa gubernamental «Casa para Todos».
El gobernante inauguró la urbanización «Balcón Encantado», en la parroquia Anconcito, y entregó viviendas a personas en situación de extrema pobreza, de vulnerabilidad, con discapacidad o enfermedades catastróficas, además para adultos mayores, mujeres y jefas de hogar, entre otros.
La urbanización «está conformada por 305 sueños cumplidos, multiplicados por todos los integrantes de la familia», dijo el jefe de Estado durante la ceremonia de entrega, retransmitida por la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia.
Las casas construidas son de 50 y 57 metros cuadrados, las primeras están conformadas por dos dormitorios, mientras las segundas con tres habitaciones, pero cuentan también con baños, cocina, comedor, sala entre otros espacios.
Asimismo, el conjunto residencial busca generar un ambiente comunitario, con huertos, espacios recreativos, casas comunales, canchas deportivas y espacios para emprendimientos, añadió la fuente.
En su intervención, Moreno resaltó el apoyo internacional para la construcción de estos inmuebles.
«Nos faltan manos para construir, tenemos el dinero. Hemos obtenido préstamos internacionales a tasas que nunca antes se consiguieron, préstamos de los organismos más importantes de finanzas internacionales para los programas sociales», indicó el primer mandatario.
El Gobierno ecuatoriano, con el programa «Casa para Todos», tiene el compromiso de construir, hasta el año 2021, 220.000 viviendas.
De otro lado, Moreno, durante la ceremonia, volvió a referirse a la decisión de su Gobierno de renunciar a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y recordó que junto con otros mandatarios, «reemplazaremos esa organización caduca que se generó para cuidar dictadores».
El 13 de marzo, Moreno manifestó que Ecuador abandonaba la Unasur, tras haber aportado mucho más dinero del que tenía para su funcionamiento.
La actual sede de Unasur, en el norte de Quito, costó 43,5 millones de dólares y fue inaugurada en diciembre de 2014, durante el mandato del expresidente Rafael Correa (2007-2017), quien cedió ese edificio para albergar la Secretaría General del organismo.